tag:blogger.com,1999:blog-83946023306854966392024-03-14T04:35:15.785-07:00ANTOLOGÍA ANUAL de GACETA VIRTUALGaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.comBlogger334125tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-14674930187296036342011-08-04T16:00:00.000-07:002012-09-16T07:33:22.219-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibOZKevoD0itQvgxCXkPSrib5lLBSAm0LGjytPgEHZB4UEQkpGzRyOIlToS_4FeatTqm8UsAhLr6ohDDv5NoT0NMrvn-YmPEX7tp5WXeqCwHoI8zXB7_0yxhlH5QKguw0nk0Mm-HkNilo/s1600/TAPAntologia.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibOZKevoD0itQvgxCXkPSrib5lLBSAm0LGjytPgEHZB4UEQkpGzRyOIlToS_4FeatTqm8UsAhLr6ohDDv5NoT0NMrvn-YmPEX7tp5WXeqCwHoI8zXB7_0yxhlH5QKguw0nk0Mm-HkNilo/s1600/TAPAntologia.JPG" /></a></div>
<br />Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-67817441867169971102011-08-03T17:51:00.000-07:002011-08-04T13:35:16.834-07:00AMALIA MERCEDES ABARIA (CABA-Buenos Aires-Argentina)EL HORIZONTE<br />
<br />
<br />
Allí, en ese abismo de la pampa<br />
o del mar o del desierto,<br />
en ese abismo donde los ojos caen<br />
y no hay nadie, nadie<br />
<br />
<br />
En la hendidura del cielo<br />
donde vuelas hacia esa línea dura<br />
mientras el sol avanza y ya no puedes ver<br />
<br />
<br />
Quieres lanzar tu corazón hacia la luz<br />
sacarlo de tu cuerpo<br />
y hacer como los pájaros <br />
que huyen a la orilla del mundo<br />
y no regresan.<br />
<br />
Qué, quién<br />
más allá de la frontera infinita…<br />
<br />
<br />
Es el hechizo de esa línea<br />
que te mantiene así,<br />
puedes irte pero te quedas<br />
puedes desaparecer<br />
pero permaneces mirando ese final<br />
lejos…<br />
<br />
<br />
Cuántas veces<br />
en la frontera inmóvil<br />
vuelan capas de ángeles<br />
y los caballos levantan sus cabezas<br />
y en el cielo corren, corren………….<br />
<br />
<br />
Allí también vieron su sombra negra<br />
aquéllos, antes de la batalla<br />
con el recuerdo de esos días felices,<br />
casi olvidados<br />
<br />
con una tierra, árboles, hogar,<br />
casi perdidos.<br />
<br />
<br />
Horizonte, horizonte.…<br />
<br />
dueño de nuestros pensamientos, nuestras derrotas<br />
<br />
nuestros sueños<br />
<br />
<br />
Quizás alguien vislumbre desde ese punto, <br />
nuestra frágil plataforma de hombre que mira<br />
<br />
<br />
Y decimos entonces<br />
que sólo existe esa línea pura,<br />
perfecta, silenciosa. <br />
<br />
ECLIPSE<br />
<br />
Es noche afuera, todos miran el eclipse<br />
y la luna se esconde, se agazapa<br />
se aniquila .<br />
<br />
La hora exacta, precisa, fue proclamada,<br />
anunciada, publicada,<br />
con una estridencia de agujas<br />
saliendo del televisor<br />
y todos quieren ver, ver, <br />
olvidar un poco los restos de martillo<br />
de un día interminable.<br />
<br />
Los perros de la noche, los que ambulan todavía<br />
en el fondo de un hueso desolado<br />
no ven , no saben que un velo, un pedazo de luna<br />
cubre su perfecta soledad.<br />
<br />
Noche de vértigo hacia la nada,<br />
la cornisa donde los gatos también miran la luna<br />
la misma noche entera se evapora y cae<br />
en un absurdo pecho de los que lloran.<br />
<br />
Qué hay más allá?<br />
Quién escucha las lejanías tristes, <br />
el pasado que aparece antes de dormir<br />
una pared o un techo abriéndose a la memoria,<br />
quién sigue mirando el recorrido de una luz que no fue?<br />
<br />
Oigo tus pasos que se arrastran, <br />
(estás cansado)<br />
y vamos a dormir.<br />
<br />
ALREDEDORES<br />
<br />
También amo el entorno cercano <br />
a la tumba de mi padre,<br />
la avenida, las casas sencillas<br />
los árboles que cercan la muralla<br />
donde se esconde <br />
el tibio cielo donde vives.<br />
<br />
Siento que caminamos cómodos<br />
por aquí<br />
¿no somos muerte, <br />
también?<br />
<br />
Tierra, amada tierra<br />
que ahora yace plácida<br />
amorosamente cansada<br />
sin embates,<br />
sin un dolor que sí hay afuera,<br />
un dolor caído y vencido<br />
como el de las rosas <br />
que acompañan tu espacio<br />
ahora.<br />
<br />
Pero amo este pequeño banco de cemento, <br />
la piedra gris<br />
que cubre el inmóvil corazón<br />
el anónimo pájaro<br />
que canta . <br />
<br />
<br />
Y no hay más que ésto ,<br />
aquí,<br />
cansados.<br />
<br />
RAICES<br />
<br />
Hay que sacarse de nuevo las raíces para amar.<br />
Ponerlas arriba de la mesa y mirarlas largamente.<br />
Cada una con un poco de polvo y de pasado.<br />
Y ese tacto a cuchillo abriéndonos las llagas <br />
que todavía quedan.<br />
<br />
Sólo hay un punto donde el amor se abre<br />
en esos otros ojos<br />
con un oscuro miedo de animal que ha estado largo tiempo<br />
debajo de la tierra.<br />
<br />
Allí son todavía las palabras,<br />
este hilo continuando la misma navegación<br />
con esta furia de olas, de deseo,<br />
para tapar el camino de todos los muertos.<br />
<br />
Entonces, sí,<br />
hasta el abandono<br />
el fin de las noches sin forma<br />
y ese techo de arañas<br />
como un destino de los ojos para la desolación.<br />
<br />
<br />
Por eso,<br />
hay que extirparse hasta los huesos<br />
y dejar.<br />
Dejar que el pájaro suba en el instinto de la piel ahogada<br />
<br />
APENAS VIVIMOS<br />
<br />
A veces caminamos por calles<br />
donde estuvo la infancia,<br />
donde el musgo huele a piedra de juguete pesado<br />
y un rostro resucita un calendario largo.<br />
<br />
No hay auxilio para tantos recuerdos <br />
cuando lo preciso es sólo un destino matemático<br />
y en el alma hay olores de rodillas,<br />
a manos, a empujones<br />
a violetas de vereda paseada de la mano.<br />
<br />
Porque vamos por la misma calle lúdica de entonces,<br />
con un poco de frío y dudas derrotadas<br />
(los árboles apenas son distintos).<br />
<br />
Así andamos,<br />
un poco solos,<br />
menos temibles,<br />
con algo de viejo papel y leche primitiva<br />
con las uñas mirando en el reloj de la última ventana.<br />
<br />
Dónde estarán los ojos de ese tiempo<br />
del que ahora nos llega lejanamente nuestro,<br />
tan lejos de esta historia que graban las paredes<br />
y las manos altas.<br />
<br />
<br />
Por eso,<br />
si tanto ha cambiado,<br />
si hasta el último pájaro siguió su curso original<br />
<br />
y los edificios se aplastan al asfalto<br />
para llorar a gritos,<br />
es mejor que sigamos.<br />
<br />
Disimuladamente solos.<br />
<br />
Antes de partir, queda el instintoGaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-78999393320839261182011-08-03T17:50:00.001-07:002011-08-04T13:44:28.593-07:00ANA ISABEL ANDRÉ (Alentejo-Odemira-Portugal)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHkp5xi4qcuifND0utbB8t7w28lj-02iYfk9viZFGTsOGD33vBkzpF1au_tPMKd5EFz1doVyPY5QkGesqx_j7b5YMOlbwsKl6vUglPzj1Q0evkxqvO3ZRpMbkIX40Tf2lgMag2WU7pySo/s1600/ANAANDRE1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHkp5xi4qcuifND0utbB8t7w28lj-02iYfk9viZFGTsOGD33vBkzpF1au_tPMKd5EFz1doVyPY5QkGesqx_j7b5YMOlbwsKl6vUglPzj1Q0evkxqvO3ZRpMbkIX40Tf2lgMag2WU7pySo/s640/ANAANDRE1.jpg" width="536" /></a></div>Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-118009063694187782011-08-03T17:50:00.000-07:002011-08-04T13:26:29.174-07:00ABEILLÉ RAÚL ALBERTO (Rafaela-Santa Fe-Argentina)DE UNA NOTA SOLA<br />
<br />
Voy caminando por una calle. No me importa su nombre, es cualquiera. No voy a ninguna parte. Siento la monotonía de mis pisadas. Uno dos, uno dos, uno dos... Los ruidos de la calle se van apagando. Un hombre camina delante de mí, a cierta distancia. Me voy acercando. Escucho sus pasos. Sus pasos retumban en el atardecer. El amarillo torna al rojo, el rojo torna al gris, el gris se vuelve negro. El murmullo se hace silencio... Sus pasos retumban. Mis pasos retumban. Me voy acercando. Él quiere alejarse. No se da vuelta. Me apuro. Se apura. Aflojo el paso. Se calma y afloja el paso. El ruido de sus pisadas corroe mi cabeza. Su nuca me hipnotiza. Ya conozco sus movimientos, la forma en que se balancea y mueve las nalgas al andar, el orden de su cabello en la parte trasera de su cabeza. El sonido de sus pasos me obsesiona. <br />
Ahora trato de que el ruido de mis pasos coincida con el ruido de los suyos y sean un solo paso. Me apuro y se apura. Voy lento y va lento. Mi mente se aleja en la monotonía de mis pensamientos. Ahora mis movimientos se van pareciendo a los de él. Balancea el brazo derecho, balanceo mi brazo derecho, apoya el pie izquierdo, apoyo mi pie izquierdo, adelanta el derecho con una rotación de su trasero, adelanto mi derecho y muevo mi trasero. Me voy pareciendo. No lo puedo alcanzar. <br />
Ahora soy una sombra. Soy su sombra. Ahora camino y veo mi sombra delante de mí. Me apuro, me apuro y mi sombra lo alcanza y se acopla a su cuerpo. Trato de comprobar si la forma de mi sombra coincide con la forma de su cuerpo. Acelero, acelera. No lo puedo apartar de mi mente, me obsesiona. Mis pasos coinciden con sus pasos. El ruido de mis pasos coincide con el ruido de sus pasos. Mis movimientos terminan siendo igual a sus movimientos. Nos vamos pareciendo. Mi sombra se superpone exacta, correctamente sobre su cuerpo. Ahora su sombra se proyecta delante de nosotros y es su sombra, la sombra de mi sombra y la sombra de mi cuerpo. Acelero, acelera. Estamos siempre a la misma distancia. No nos hablamos. Él no conoce mi rostro, tampoco yo conozco el suyo. No nos conocemos pero tenemos las mismas obsesiones. Tememos lo mismo. Aceleramos. No caminamos, ahora corremos. Es absurdo. Quiero ver su rostro. Estoy convenciéndome gradualmente de que no puedo, de que nunca podré ver su rostro. Lo odio pero le temo. Creo tenerlo dominado pero me domina. Corro, corremos. Es absurdo.<br />
Ahora la calle se interrumpe a pocos metros delante suyo y hace un recodo. Me apuro. No lo alcanzo. Desaparece en la sinuosidad de la calle. Sigo corriendo. No lo veo, no lo puedo ver. Recorro la ese del camino y es en vano, no lo vuelvo a ver. Una larga hilera de casas, que forman una línea irregular aparecen frente a mí. Puertas y más puertas pasan a mi lado, pero no sé en cuál se ha escondido. Me detengo. Un escalofrío recorre mi cuerpo como un relámpago. Me siento extraño. Reinicio mi marcha y me apresuro. Oigo un ruido y me parece el sonido de unos pasos. Me apuro, se apura. Debe ser él, seguro que es él. No tengo valor para girar mi cabeza y mirar hacia atrás. Corro desenfrenadamente. No quiero que él me vea. Su sombra, estoy esperando ver que su sombra aparezca delante de mí. No sé cuanto tiempo hace que estoy en fuga. Doblo en una esquina y aplasto mi cuerpo lo más que puedo contra la pared de un pasillo estrecho, adonde me oculto. Trato de no respirar, de no emitir ningún sonido. Los latidos de mi corazón golpean mi pecho y rebotan adentro de mis sienes. Espero, un rato espero. Los segundos y los minutos me parecen interminables. No pasa, no ha pasado frente a mí, por la vereda. Lo engaño, lo engañé. No pude ver su cara. Él no pudo ver la mía. Por fin somos dos desconocidos.<br />
<br />
Ahora es de noche. Voy caminando por una calle de luces amarillas. Mi sombra se proyecta delante de mí. Comienza a llover desganadamente. Las gotas van humedeciendo el pavimento. El ritmo de la lluvia se apura. Las veredas se empapan y se llenan rápidamente de agua. Mi sombra se va borrando. Acelera, la lluvia se acelera, hasta hacerse violenta. Voy caminando despacio, mis pies chapotean en los charcos de la acera. Estoy mojado, totalmente mojado. El frío del agua aclara mis ideas. La lluvia poderosa es una celebración. El agua helada lava mis ideas. Voy tarareando una melodía de una nota sola que resuena sin cesar en mi cabeza. <br />
<br />
UNA TARDE<br />
<br />
La amaría. <br />
Una tarde cualquiera<br />
en primavera<br />
la amaría.<br />
<br />
La amaría sin horarios.<br />
Sin la piedra del tiempo que pasó<br />
sin importarme<br />
los enigmas antiguos<br />
escritos en esa piedra.<br />
<br />
La amaría una tarde<br />
simplemente<br />
la amaría.<br />
<br />
ANIMAL DE CADA DÍA<br />
<br />
Cada quien<br />
cada día<br />
amansa su animal.<br />
<br />
Amansa su corbata<br />
su sonrisa<br />
su guardapolvo<br />
el polvo bajo la alfombra.<br />
<br />
Lo amansa también<br />
después de las cinco<br />
de las ocho<br />
después de la honestidad<br />
y antes también.<br />
<br />
Cada quien<br />
cada tanto<br />
cada noche<br />
lo ve correr<br />
por el espejo del baño.<br />
<br />
ALGO EN TU PERFUME<br />
<br />
En el desorden crónico de mi habitación<br />
un mensaje anónimo.<br />
Un papel y una frase<br />
el bando real sobre la mesa de luz.<br />
Como el mensaje de un secuestrador<br />
hecho con palabras recortadas del diario.<br />
Un papel que miente:<br />
“La pasión no es más que un invento”<br />
como sólo mentiría un corazón <br />
secuestrado.<br />
<br />
En el orden desprolijo de mi habitación<br />
un mensaje anónimo.<br />
No tocaron nada. Un mensaje sin mensajero.<br />
Huelo un policía en esa letra.<br />
El orden es lo tuyo<br />
el desorden lo mío.<br />
<br />
Un mensaje anónimo. <br />
Levanto viento.<br />
En los rincones de mi cabeza vuela el polvo.<br />
Nunca tuve leña<br />
para tener un hacha<br />
pero te electrocutaría con el microondas<br />
siempre que no viese tus piernas.<br />
<br />
A CORAZÓN ABIERTO<br />
<br />
Tu mirada<br />
mano que empuña la botella rota.<br />
Tu silencio<br />
teléfono sin respuesta en la noche helada<br />
y el diablo haciendo carnadas.<br />
<br />
Como un tarro de pintura volcada<br />
mi corazón<br />
sangra.<br />
<br />
EL PERRO<br />
<br />
Mi perro bosteza.<br />
Bosteza feliz.<br />
Pasa el tiempo<br />
igual bosteza.<br />
No lo mide<br />
no le importa<br />
su tiempo es corto<br />
sus minutos largos.<br />
<br />
Las cosas transcurren<br />
el abre la boca distendido<br />
se relame<br />
y bosteza.<br />
Miro la hora<br />
siempre se me hace tarde.Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-83836288182524561362011-08-03T17:49:00.001-07:002011-08-04T13:45:38.500-07:00ANA ISABEL ANDRÉ (Alentejo-Odemira-Portugal)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYF0BP-uVcHImWCFaDXerDlRXivmWPD8M4fk1AFh-gHJWL-McYFenu-26ubworaj79JKgBB-jjHTgabLIIv0p2iZoLRdgOKWtrsRV2xcnDVSU0vgHrcc9zlQhV9EgMbhpC-Pcn0ZPFNSE/s1600/ANAANDRE2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="474" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYF0BP-uVcHImWCFaDXerDlRXivmWPD8M4fk1AFh-gHJWL-McYFenu-26ubworaj79JKgBB-jjHTgabLIIv0p2iZoLRdgOKWtrsRV2xcnDVSU0vgHrcc9zlQhV9EgMbhpC-Pcn0ZPFNSE/s640/ANAANDRE2.jpg" width="640" /></a></div>Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-18960876398911470422011-08-03T17:49:00.000-07:002011-08-04T13:34:00.851-07:00ANTONIO ACEVEDO LINARES (El Centro-Barrancabermeja-Colombia)PIDO LA PALABRA<br />
<br />
Pido la palabra<br />
para la libertad y la ternura<br />
para la justicia y la belleza<br />
para imaginación y la utopía<br />
para la lucidez y la locura<br />
para la rebelión y la pasión <br />
para la blasfemia y la herejía<br />
para la erótica y la onírica<br />
para los poetas y los niños<br />
para los locos y los suicidas<br />
para los convictos y los prófugos<br />
para los enamorados y los repatriados<br />
para los inmolados y los mártires<br />
para los solitarios y los solidarios<br />
para los proscritos y los derrotados<br />
para los refugiados y los apátridas<br />
para los prohibidos y los tristes<br />
para los inocentes y los cómplices<br />
para los malditos y los olvidados<br />
Pido la palabra<br />
para la poesía y el amor.<br />
<br />
BIBLIOTECA<br />
<br />
Los libros como <br />
el amor se definen<br />
como un aforismo griego<br />
y es que cada quien ha tenido <br />
los amores como ha leído <br />
los libros que se merece <br />
esos que se hacen imprescindibles <br />
como los hombres en Bertolt Brecht<br />
y que me hicieron emprender <br />
un viaje a Itaca con Cavafis<br />
y con Juluis Fucik estar al pie del patíbulo<br />
y entrar en los laberintos de Borges<br />
y visto llover en Macondo<br />
una lluvia diluviana<br />
con Rimbaud recorrido<br />
las calles de Paris como vagabundo<br />
y con Henry Miller caminar <br />
por las ruinas históricas en Grecia<br />
o vivir las delicias de las aventuras<br />
eróticas de sus trópicos<br />
con Camus sentirme extranjero en Argel<br />
o un lobo estepario en Hesse<br />
y sentir la nostalgia de los poemas<br />
humanos en Vallejo o en Neruda <br />
el oleaje del mar de caracolas <br />
en Isla Negra<br />
soñar con Chuang Tze<br />
convertirse en una mariposa<br />
o en Kafka despertar como Gregorio<br />
Sansa convertido en un insecto<br />
ir en busca del tiempo perdido en Proust<br />
o cabalgar con Don Quijote en Rocinante<br />
por algún lugar de la Mancha<br />
amo en los libros los diez dìas <br />
que estremecieron al mundo<br />
el viejo y el mar <br />
el amor de Madame Bovary<br />
y Ana Karenina<br />
los cantos de Maldoror de Lautreamont<br />
el cantar de los cantares de Salomòn<br />
las hojas de hierba de Witman<br />
los delirios de Artaud<br />
el amor loco de Andrè Bretòn<br />
la locura de Horldelin.<br />
Con una mochila de libros<br />
a lomo de mula Che cabalgaba <br />
en Bolivia<br />
Nazin Hikmet escribia<br />
y leia en prisiòn. <br />
En mi biblioteca Marx<br />
y Sade entablan un diálogo<br />
imaginario junto a Nieztsche<br />
entre los poetas malditos<br />
los surrealistas los anarquistas<br />
los libertinos los cínicos<br />
y los amantes de sophia y la poesía<br />
en ese diálogo universal<br />
que reanuda la biblioteca<br />
en donde están los que no <br />
van al cielo que no existe <br />
sino los que viven para siempre<br />
en las páginas de un libro.<br />
<br />
LA POESÍA<br />
<br />
Senté la poesía <br />
en mis piernas<br />
y la acaricié como <br />
a una mujer desnuda<br />
y pase mi mano entre su pelo<br />
y la besé en sus ojos <br />
y en su boca con la ternura <br />
infinita de soñarla <br />
y la abrace contra mi pecho <br />
mirándola dulcemente a los ojos <br />
y sentí como latía su corazón <br />
por dentro estremecida <br />
en mis brazos cuando <br />
desflorada ya se <br />
hacía mujer la poesía.<br />
<br />
ORACIÓN AMOROSA<br />
<br />
Amor mío que <br />
estás en mi cielo <br />
amoroso sea tu nombre<br />
déjame entrar en tu reino<br />
amémonos a nuestra <br />
voluntad así en los días <br />
como en las noches<br />
dame los besos y caricias <br />
y rosas y abrazos de cada día<br />
perdóname los olvidos <br />
como también perdonamos <br />
a los que nos olvidan<br />
déjame caer en la <br />
tentación de tu cuerpo <br />
y librémonos de la muerte<br />
del deseo y el amor.<br />
<br />
POESIA NUESTRA<br />
<br />
Poesía nuestra<br />
que es como la piedra<br />
en la onda de David <br />
contra Goliat<br />
que defiende con su palabra <br />
desnuda y libertaria<br />
abriéndose como una rosa<br />
roja en los jardines<br />
y en las calles donde<br />
crece la rebelión y la ternura<br />
de un pueblo que la canta<br />
y la escribe en las voces<br />
de sus poetas que como <br />
palomas o banderas <br />
ondean en las páginas<br />
de un libro o en los muros<br />
de la ciudad donde caen<br />
acribillados los que sueñan.<br />
Poesía nuestra<br />
que es como la piedra<br />
en la onda de David<br />
contra Goliat.Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-39802470141967117432011-08-03T17:48:00.001-07:002011-08-04T13:46:17.144-07:00ANA ISABEL ANDRÉ (Alentejo-Odemira-Portugal)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoAQSkKYu7AszupJ3TpXEmrixnZjwMHfaMAHMSGwHsrVR66NJWxW0fSV5ckVfCSfJY_zQYUbosQyEGT_Hd4vct7SxzDWuZmPT2vXR97hrx-08FRWVXQJ6Tvl0L0xUZAilC34-rfi3sBOw/s1600/ANAANDRE3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoAQSkKYu7AszupJ3TpXEmrixnZjwMHfaMAHMSGwHsrVR66NJWxW0fSV5ckVfCSfJY_zQYUbosQyEGT_Hd4vct7SxzDWuZmPT2vXR97hrx-08FRWVXQJ6Tvl0L0xUZAilC34-rfi3sBOw/s640/ANAANDRE3.jpg" width="442" /></a></div>Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-18452214273660642122011-08-03T17:48:00.000-07:002011-08-04T13:33:18.816-07:00OSCAR A. AGÚ (Santo Tomé-Santa Fe-Argentina)TE VÍ BAILAR<br />
<br />
a Marta Bernazano<br />
<br />
Te vi bailar, mujer.<br />
<br />
Vi orillar la luz en tus caderas<br />
y vi la lluvia de la danza<br />
desprenderse de tus dedos<br />
derramarse con vigor en el taconeo rítmico<br />
y subirse nube en tu falda flamenca.<br />
<br />
Te vi bailar, mujer<br />
con el fuego en tus ojos<br />
y toda tú ardiendo danza<br />
y toda tú portando el fuego<br />
encendiendo lumbres<br />
para iluminar la noche<br />
<br />
te vi bailar, mujer. Y me habitó el fuego.<br />
<br />
UNA MUJER<br />
<br />
Una mujer pidió un poema.<br />
<br />
Pidió un poema que hable de ella.<br />
<br />
Un poema a ella desde mis manos.<br />
<br />
Las palabras, azabaches, como su pelo<br />
ondularon en mi cuaderno<br />
dejando que sus ojos oscuros, de plácido mirar<br />
y voraces en su hacer<br />
crezcan.<br />
<br />
Una mujer me pidió un poema<br />
y su estar quedó en mí, alucinado.<br />
<br />
Una mujer se atrevió a subir por mi garganta<br />
a poblar mis ojos<br />
a hacerse hebra azabache en palabras<br />
a llevar mi mano a la escritura<br />
a dibujar un poema con forma de mujer.<br />
<br />
VII FERIANTE<br />
<br />
Desde que él partió ella<br />
acomoda las frutas en los tablones<br />
escribe el precio de cada cual en las pizarras<br />
resalta las ofertas<br />
atiende, a todos, con leve sonrisa.<br />
<br />
Desde que él partió<br />
un cierto dejo de tristeza asoma.<br />
Asoma en sus ojos<br />
en su leve sonrisa.<br />
<br />
Debo seguir, dice.<br />
Trabajo de esto y vivo de esto, dice.<br />
Buenos días, dice.<br />
¿Qué se le ofrece?<br />
<br />
IX SAN LUIS Y (EX) VERA – (SANTA FE)<br />
<br />
¡Aquí estamos!<br />
<br />
Gritan con desparpajo sus cuerpos.<br />
<br />
Gritan con poses<br />
botas desmesuradas<br />
minis excesivas<br />
generosos senos, aviesos en el escote.<br />
<br />
Gritan para disimular su miedo<br />
para ocultar desasosiego<br />
para sostenerse en el eco.<br />
<br />
Gritan desde lo oscuro<br />
-sin vueltas-<br />
donde una lágrima vale cachetazo<br />
y la noche, ese territorio que muerde.<br />
<br />
Gritan sostenidas, en el muelle de la vida,<br />
por la intemperie<br />
por el ademán grosero<br />
y la ausencia de caricias.<br />
<br />
¡Gritan! ¡Gritan! ¡Gritan!<br />
para sostenerse en el eco de su ausencia.<br />
<br />
MUJER EN LA TERMINAL<br />
(Joaquina)<br />
<br />
A paso lento<br />
sin importarle su propia traza<br />
la mirada fija a ningún lugar,<br />
la mujer, en la terminal, avanza.<br />
Joaquina, tal vez su antiguo nombre,<br />
pasa atravesando las miradas sin dejar un gesto.<br />
Ya los ha usado a todos.<br />
<br />
Avanza con su rastra de olvidos<br />
su memoria ida<br />
con esa manera tan callada de decir:<br />
aún estoy.<br />
<br />
Y Joaquina se sienta.<br />
¿Joaquina se sienta?<br />
Su mirada parte en cada coche<br />
y de cada uno que llega, espera.<br />
¿Tal vez un rostro que se fue?<br />
¿Tal vez un rostro que reconozca su rostro?<br />
¿Tal vez mi propio rostro para que la dibuje?<br />
<br />
A paso lento, Joaquina sigue su andar<br />
su cíclico andar la terminal<br />
esa que cambia en cada viandante<br />
esa desde donde, Joaquina, espera partir.<br />
(estos poemas pertenecen al un libro inédito: ELLA)Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-87724997241812503162011-08-03T17:47:00.001-07:002011-08-04T14:01:37.924-07:00PILAR BAMBA (Zaragoza-España)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiILwA5twps9JMZ6pO3o2UKKQzj-N7oHixAW0ZgMcB2EJCRrqw3IH_e_kAZLoIhfSHL97ehifrAKs6ZQGCVdU8iYhneUXSOl1w0UAYalMehgS_NIGnHrPk0DiVbaGv5HuWCAv-b1q92yYo/s1600/BAMBA3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiILwA5twps9JMZ6pO3o2UKKQzj-N7oHixAW0ZgMcB2EJCRrqw3IH_e_kAZLoIhfSHL97ehifrAKs6ZQGCVdU8iYhneUXSOl1w0UAYalMehgS_NIGnHrPk0DiVbaGv5HuWCAv-b1q92yYo/s640/BAMBA3.jpg" width="428" /></a></div>Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-20280065007147548012011-08-03T17:47:00.000-07:002011-08-04T13:28:05.076-07:00FERNANDA AGÜERO (Salta-Salta-Argentina)LOS SILENCIOS<br />
<br />
Ahí va Antonio. Una vez más sale de su cuarto. De nuestro cuarto, de lo que fue de los dos alguna vez, de ese lecho de madera lustrada en donde dormimos tantos años y soñamos con que el tiempo nos encontraría mucho después más tranquilos, saboreando mansamente los días y las noches.<br />
No me dice nada ni yo me atrevo a preguntarle siquiera adonde va, prefiero quedarme aquí junto a la ventana mirando hacia el patio, hacia estos árboles enormes que guardan toda la vida que pasó por esta casa.<br />
Antonio se puso el saco azul, la corbata de siempre y peinó sus pocos pelos frente al espejo. Esa es su rutina cuando algo importante lo espera.<br />
Lo escucho andar por la casa con sus pies pesados, abrir la puerta que lleva a la sala, mover sus libros y carpetas buscando quien sabe qué cosas. Luego suenan las primeras notas en el piano. A veces sus dedos cansados tropiezan y tocan las teclas equivocadas, pero él avanza sobre las polonesas y los minués con los resabios de una gracia que cultivó durante los años de su juventud y que ahora se escucha tal vez disonante, ya no como una cascada cristalina de compases mágicos.<br />
Alguien toca el timbre, el piano cesa y Antonio intenta caminar erguido hacia la puerta cancel. Escucho la llave hurgando en la vieja cerradura, con la misma desesperación que él por abrir la puerta. <br />
Desde este cuarto atestado de cacharros viejos puedo ver a todo el que va y viene por la casa, aún cuando Antonio se empeña en ocultarme a sus invitados o manejarse como si yo no existiera. ¿O soy yo la que se oculta? No sé desde cuando descubrí que este pequeño cuarto podía ser mi refugio. Las sombras ocultan mi rostro y no dejan ver los surcos de mi frente o mis ojos amargos que ya no reflejan los destellos azulinos y verdes de los estanques, como decía Antonio. <br />
El silencio me guarda por las tardes mientras dejo libres mis recuerdos que parecen enredarse entre las ramas de esos árboles. A veces nadie repara en mí y la casa parece funcionar como antes, con esos mínimos traqueteos cotidianos que aparecen cuando la empleada regresa cada día a cumplir con sus tareas y vuelve a crujir el piso de madera, regresa el aroma del café y escucho a Antonio dar vueltas en la cama y después los compases en el piano, el tintineo de las cucharitas cuando toma café con sus invitados y a veces las risas. Las risas de mujeres seguidas de palabras halagadoras y la risa de Antonio, desfachatado, exageradamente amable.<br />
Desde aquí observo a Antonio y me asombro todavía cuando pone en marcha todo su palabrerío y su romanticismo fuera de época y celebra con su risa fácil todos los gestos de sus invitados.<br />
Al fin abrió la puerta. Es una mujer que no conozco, joven, de cuerpo frágil. Como siempre, la invita a acomodarse en la sala, junto al piano. Escucho sus voces como un murmullo, por momentos una exclamación rompe la monotonía de la tarde o unos pasos parecen acercarse a la ventana o al sofá, hasta que Antonio cierra elegantemente la puerta de dos hojas.<br />
Desde este refugio, o desde que me he apartado de todo acontecimiento social que involucre a Antonio, veo pasar la vida como en un film en claroscuros, en tiras de celuloide carentes de sonido en las que se ven personajes en sombras pasar, sonreír y desaparecer tras la puerta de la sala.<br />
La joven se fue y Antonio vuelve a abrir la puerta. Resopla cansado, pero también satisfecho. Veo desde aquí esa mueca de placer inocultable en su rostro, como antes, como siempre. Como si su vida transcurriera dentro de las historias ocultas, de las cuales jamás conoceré detalles o nombres, solo ese gesto en sus labios que marca el comienzo, la punta de un camino hacia el interior de sus secretos en donde siempre una mujer lo espera.<br />
La empleada ha dejado algo para comer sobre la mesa. Antonio parece hambriento, se sienta y comienza su cena mientras me cuenta algunas noticias del día, o quiénes alabaron su maestría en el piano. Bajo los ojos, no quiero enfrentarme con su mirada inquisidora, lo dejo hablar y hablar y él no toma en cuenta mis silencios ni mi mirada ausente, ni tampoco este gesto de hartazgo que en vano trato de ocultar.<br />
Mi mente divaga cuando él simula conversar conmigo. Luego los dos partiremos hacia nuestros lechos, él con sus almohadones de satén y la cama de barrotes lustrosos y yo aquí, arrollada como una gata vieja en esta cama cargada de mantas y sombras.<br />
La joven regresó. Antonio volvió a vestir su saco azul mientras tararea esas canciones de su repertorio que tanto le gustan. Esta vez la lleva a conocer la sala de cuadros, como a todos. Enciende las lámparas y se apresura a contar las viejas anécdotas que tantas veces escuché, agregándoles notas de humor en donde siempre él es el protagonista. Los dos conversan animadamente, él bien erguido, simulando que sus huesos no le provocan tirones y malestares y que el penetrante olor a humedad no existe, no brotó jamás en cada madera que pisa ni en cada recoveco de ese cuarto y en los intersticios de toda la casa, porque nos fuimos olvidando de las ventanas, de la luz, del tiempo que nos fue cubriendo con su manto de silencios y que si no fuera por estas mujeres que aparecen en su vida, permanecería todo oculto y ajeno a los días y a los ojos del mundo, como yo.<br />
Sé que ella, la joven de cuerpo frágil, regresará. Es de aquellas personas que buscan desenterrar los recuerdos tórridos, hundirse en el pasado y caer cautiva de las palabras de Antonio, como las otras. ¿Cuántas fueron? ¿Cuántas más serán?<br />
Lo escucho a Antonio muy animado por estos días. Pasó horas practicando una pieza en el piano, dando órdenes a la empleada para que limpie bien la sala, caminando de un cuarto al otro con la poca ligereza que sus años le permiten. Hasta lo escuché hablar solo mientras revolvía no sé que cosas en el cuarto. Y no puedo dejar de recordar otros tiempos, cuando los años no significaban tanta carga sobre nuestras vidas y Antonio iba enhebrando todos estos gestos minuciosamente como en una estrategia de guerra, como en un bosque en donde el cazador se preparaba para capturar a su presa y yo, como ahora, observaba los movimientos sigilosos, solapados, hasta que una nueva mujer se adueñaba de sus horas, de sus noches, de su encanto cuando ponía las manos sobre las teclas del piano y las deleitaba con su música, convirtiendo nuestra vida nuevamente en un laberinto de odio y locura, sin rumbo y sin explicaciones.<br />
Pero en este lecho oscuro y en desorden estoy bien, veo solo lo que quiero ver, sigo las sombras de Antonio que, ajeno a mis tribulaciones, intenta dar intensidad a sus días cada vez que desempolva su viejo saco y se sienta en la sala a esperar a sus visitas, mientras yo me hundo una vez más en el pasado recostándome como una niña sobre los estanques que Antonio alguna vez imaginó para mí.<br />
Otra vez la chica está aquí. Antonio mandó a comprar unas flores coloridas que la empleada puso en unos jarrones sobre el escritorio. Después de los saludos cargados de alabanzas y cumplidos él la homenajea con esa pieza tan difícil que estuvo practicando en estos días. Luego le siguen otras y la casa vuelve a llenarse con esas melodías que ahora me suenan tristemente desafinadas, inevitablemente atadas a otros momentos que en vano trato de olvidar, de alejar de mi mente como insectos nocturnos sobre mi cabeza, desarmando sus notas huecas sobre mis ojos y mi pecho.<br />
Cuando ella se va la casa vuelve a quedar como una nave abandonada, solo los pasos de Antonio recorren la noche. No me dice nada, come un poco lo que hay sobre la mesa y se marcha a su cuarto, sumido en las nuevas fantasías que debe estar recreando su corazón. Escondo mi rostro entre las mantas para que no pueda sentir mi respiración agitada, entrecortada por las palabras o el llanto que no quiero soltar. Tengo deseos de borrar de un solo manotazo estos instantes que me tienen prisionera de sus designios, de tanto silencio que llevo como una llaga incurable sobre mi humanidad.<br />
Tengo un sueño angustioso, creo ver otras sombras rondando por la casa o escuchar soltarse alguna tecla en el viejo piano. Acomodo mis mantas sobre mi espalda intentando dormir hasta que la madrugada me sorprende con su luz sobre las baldosas del patio. Imágenes extrañas se mezclan con los sueños y la vigilia hasta que escucho a la empleada en su habitual trajín abriendo la puerta cancel.<br />
Mientras tomo mi café, sintiendo los ojos hinchados por la mala noche, tengo un presentimiento repentino aquí en el pecho. Hay una quietud inusual en el aire, un silencio que lucha por desbordarse en grito.<br />
De repente oigo los pasos de la empleada en el otro cuarto, se apura, tropieza. Y todo vuelve a quedar en silencio. Es un instante impreciso, casi lacerante, hasta que sus ojos se cruzan con los míos, desesperados.<br />
Es Antonio, dice. Antonio inmóvil en su lecho de satén y madera lustrosa. No respira.<br />
No sé en que momento la casa se ha llenado de gente, de ruidos, de voces y yo he abandonado esta cama, estas mantas y mi condición de vieja gata rumiando mis pesares. Ando con prisa de un lado a otro, abro las ventanas, sacudo las cortinas y enciendo las lámparas de todas las salas, como antes. Veo mis ojos en el espejo de la sala otra vez con esos destellos verdemar que tanto le gustaban a Antonio que ahora, enfundado en su saco azul, ha cerrado los suyos para siempre.-Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-50745840108724993462011-08-03T17:46:00.001-07:002011-08-04T14:02:21.375-07:00PILAR BAMBA (Zaragoza-España)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZmWxs0uFsOSpfggJH83GcKJbrbwLEsGvUsGqPjtzRR_rMi-MsLSd1PdDqKLdx4YbPNxdYy29NpXxEXdKJ0O1r_GQlXuTfFT5cFbMplM3N1KijtUnMOlfM8CyGSQMwvlNzfUJNXgJyq0c/s1600/BAMBA4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZmWxs0uFsOSpfggJH83GcKJbrbwLEsGvUsGqPjtzRR_rMi-MsLSd1PdDqKLdx4YbPNxdYy29NpXxEXdKJ0O1r_GQlXuTfFT5cFbMplM3N1KijtUnMOlfM8CyGSQMwvlNzfUJNXgJyq0c/s640/BAMBA4.jpg" width="398" /></a></div>Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-81978938467611558812011-08-03T17:46:00.000-07:002011-08-04T13:27:16.412-07:00MARCELO RUBÉN AGÜERO URQUIZA (Salta-Salta-Argentina)INVASIÓN<br />
<br />
Miró su Girard Perregaux, mientras estacionaba el Citroën en un garage cercano al restaurant donde Jean-Pierre devoraba los Gitanes en una tormentosa espera. Caminó la pequeña cuadra porteña que los separaba, impecablemente vestido por Yves Saint Laurent. Estrechó la mano de su contacto y apenas tomó asiento, el garzón le sirvió una copa de champagne. Planeaban la defensa de Buenos Aires ante el inminente peligro francés.<br />
<br />
CAZADORA<br />
<br />
El agua fresca del estero era una bendición a esa hora de la siesta. Hundía sus manos y levantaba en cucharita para vaciarla en su rostro colorado por el sol del verano. Hundía, sacaba; hundía, sacaba… ritual desesperado y revitalizador. Asustada la yarará que había estado cazando ranas le saltó a la cara hundiendo un colmillo en su ojo izquierdo…<br />
<br />
DESEOS<br />
<br />
Se besaban apasionadamente, hasta el límite desesperado de las fantasías más extremas que les proveía sus mentes. Se tocaban, se rozaban, se buscaban y se encontraban cada uno dentro de sus camas matrimoniales buscando, sin lograrlo, asesinar esos deseos…<br />
<br />
¡HOLA!<br />
<br />
¡Me muero! ¡Me muero! ¡Me muero! ¡Qué hermosa que estás!<br />
<br />
ALUCINACION ORAL<br />
<br />
Se agachó para recoger el atado de cigarrillos que se había caído y por su mano, desde la acera, le subió hasta la cabeza esa voz que empezaba a ordenarle que se mate.<br />
<br />
LOS LIBROS<br />
666.<br />
<br />
Esta historia me fue contada hace algunos años por un policía de apellido Giménez, quien revistó siempre en la zona anteña, por los pueblos de El Quebrachal y Nuestra Señora de Talavera. Después la escuché de boca de un anciano residente en San Roque, cuando lo visité en una oportunidad que transitaba por las polvorientas orillas de esa larga y enjuta vena abierta que hace de límite entre Santiago del Estero y Salta y que los escasos lugareños llamaron Canal de Dios, cuando andaba a bordo de una destartalada camioneta Ford F-100, modelo ’61, que me había prestado “Kelo” Maldonado en circunstancias de encontrarme en calidad de jefe de un lejano y olvidado destacamento policial. Ambos relatos eran coincidentes, tanto por el lugar donde ocurrieron los hechos como por las circunstancias del mismo. El nombre del protagonista, sinceramente no puedo recordarlo y, en caso de hacerlo, no juzgo conveniente mencionarlo a fines de no involucrar a sus familiares, a quienes desconozco, pero entiendo que deben gozar del derecho de la tranquilidad pública. Aunque, por las connotaciones del caso, puedo prever que los comentarios habrán recorrido como una tenue brisa por los arenales del bajo monte de ese rincón remoto de la provincia de Salta.<br />
Para esbozar lo más fielmente la realidad, hubiera sido sensato buscar los antecedentes en los archivos del destacamento policial en cuya jurisdicción trascendieron las novedades; pero quise ser respetuoso por los motivos expuestos y, a pesar de que mi espíritu de narrador me exige la subjetividad creativa, trataré de narrar lo acontecido tal cual me fue relatado oralmente, evitando todo condimento imaginativo...<br />
El puesto Santo Domingo es actualmente casi desconocido por muchos pobladores de la zona. Se reduce a unos cuantos horcones que sobresalen en un claro del monte a orillas de la senda casi perdida que une el paraje El Vencido con la localidad de Talavera. En otras épocas, residía allí una familia que se dedicaba a la cría de ganado vacuno, el que se esparcía oculto en la agreste naturaleza y bajaba solamente al mediodía en busca de agua, la que a veces había que baldearla de los pozos. Esta costumbre permitía al propietario contabilizar las cabezas y controlar las pérdidas o las ganancias, según el número de cabezas que asistía diariamente a los corrales. Esta vida era muy sacrificada y dura, cosa que no le gustaba al mayor de los hijos del puestero, quien había esperado ansiosamente llegar a la edad adulta para irse a la ciudad en busca de un mejor porvenir. Por su parte, al padre no le gustaba nada esa idea que su hijo había ido amasando desde niño. El quería que el chango crezca fuerte y sano para tener dos brazos hábiles que le puedan ayudar hachando árboles, quemando el carbón o baldeando el agua para los animales. Su madre, en cambio, no decía nada. Se metía en el rancho para ocultar el llanto que le consumía el alma.<br />
Los años, implacablemente pasaron y así llegó al fin el día de la partida. El muchacho comenzó sacando su bolso y luego buscó el sombrero. Miró hacia donde se encontraba su padre, cortando nerviosamente unos tientos de cuero reseco para arreglar el catre. Quiso despedirse, pero sabía perfectamente los códigos de la casa. Su padre no quería despedirlo. Con besos lagrimosos de su madre, el joven puso el bolso sobre la zorra y en un silencioso adiós, se fue de Santo Domingo sin mirar atrás.<br />
El tiempo, que no conoce de descansos, fue pasando lentamente. Los años se sucedían y cuando el monte reverdecía por enésima vez, recibieron la carta de un comerciante que venía del pueblo cada tanto. Habían esperado a quedar solos nuevamente y, sin que ninguno se ponga de acuerdo, se encontraron reunidos alrededor de las brasas, bajo las titilantes luces de los mecheros. Escuchaban atentos a la más chica que deletreaba los escasos renglones de la misiva. ¡El hijo regresaba al hogar! Había triunfado en la ciudad y hasta incluso ¡se había comprado un automóvil! Aun no se había casado y no aclaraba en que trabajaba, pero ganaba el dinero suficiente para vivir bien. Tampoco decía si se venía a quedar o solo lo hacía de visita. Todos se pusieron contentos. Los resquemores de su partida habían quedado sepultados bajos los angustiosos días de su espera. Y ahora regresaba...<br />
Al alba comenzaron los preparativos. El padre, subido en el techo, apisonaba los sunchos cubiertos de tierra. La madre, ayudada por las chinitas, había sacado hasta el viejo ropero para hacerlo asolear. La alegría los había contagiado. Volvían a ser felices de nuevo. Y como un ruego, cada uno repetía para sus adentros:<br />
-¡Ojala que venga a quedarse...!<br />
El Renault 6 apareció tapado de tierra. Se acercaba temeroso y a los barquinazos. Los de la casa ya lo habían sentido pasar por los madrejones, mucho antes de que asome su trompa por entre los algarrobos que dan al corral, espantando al machito y haciendo torear, como nunca antes, a los caschis que se desesperaban por morder las cubiertas que levantaban una espesa nube de polvo. Los abrazos se mezclaron con los llantos y los llantos con los besos. El humo del asado subía hasta el cielo, mientras las damajuanas esperaban bajo la tinaja, tapadas con una arpillera húmeda para conservar su frescura al momento de los brindis. La puerta trasera del coche fue abierta en un momento y los regalos comenzaron a repartirse. Esta inmensa alegría, no les permitió reparar en la caja de cartón que el hijo trasladó con cuidado hasta la pieza, poniéndola debajo de la cama. Entre coplas y alcohol, padre e hijo amanecieron dormidos sobre la mesa. El primero, con la alegría del hijo que ha vuelto; el segundo, con una pena que aun no se adivinaba…<br />
La primera en darse cuenta de que algo andaba mal, fue la madre. Quien hacía varias noches que venía notando la luz del mechero encendida en la pieza del hijo. Al principio no le dio importancia, pensaba que era una costumbre adquirida en la ciudad. No hizo comentarios al respecto, pero la duda la asaltaba cada día que pasaba. Aparte, lo notaba raro a su hijo: más flaco, más ojeroso, más despreocupado en su vestimenta y lo más curioso era que no había hecho andar su automóvil desde que llegara a la casa. Ni siquiera para visitar a los vecinos, quienes se llegaban de vez en cuando para verlo al mozo. Aun no había dicho si se quedaba a vivir con ellos o si tenía que volver a la ciudad. A medida que los días pasaban, todos en la casa se dieron cuenta del cambio del joven. Los vecinos de los parajes cercanos que habían acertado en verlo, comentaban que lo había atacado una rara locura. La alegría de los primeros tiempos, se convirtió en una preocupación para los padres, quienes ya lo veían caminar hablando solo para el lado de la chacra, ajeno, perdido...<br />
Al último, ya no salía de la pieza ni para comer. La preocupación de los padres hizo que llamen al enfermero, quien le tomó la presión y la temperatura, encontrando todo normal; pero por el semblante que tenía el paciente, recomendó que lo trasladen al pueblo para que lo examine un médico. No hubo caso, el hijo no quería salir de la habitación. Se quejaba, lloraba, gritaba desesperadamente hasta quedar desmayado. Una mañana su madre lo encontró todo rasguñado y con las ropas rotas, tirado en el patio de tierra. La médica de campo le recetó unos yuyos y les recomendó a los padres que pongan cruces en el rancho. Que era muy malo lo que estaba pasando. Asimismo, les había pedido que busquen por los alrededores, porque seguro que había algún mal enterrado cerca de la casa. Todo fue inútil. No encontraron nada.<br />
Un día cualquiera cuando todos dormían la tristeza profunda de lo incomprensible y cuando no había despuntado el alba todavía, un desgarrado grito de terror despertó a los de la casa. <br />
-¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Me lleva! ¡Me lleva! –gritaba el muchacho.<br />
Su padre, sobresaltado, salió con su vieja escopeta del 28 y vio a su hijo correr para el monte, pasando frente al baño. Acomodándose las alpargatas, salió en su ayuda, pero no lo podía encontrar. Los gritos despertaban al monte y cuando el padre se orientaba, los gritos provenían ahora de otro lugar. Por momentos parecía alcanzarlo, aun sin verlo, pero el monte se cerraba en un terrible matorral de garabatos. Era increíble. Nacido y criado en ese lugar, pero todo le parecía desconocido. Las espinas de los vinales le habían abierto heridas en el cuerpo; los chaguares desgarraban sus pies y los garabatos le cerraban su camino; pero tenía que seguir tras los gritos aterradores de su hijo. Al mediodía ya se encontraban reunidos algunos vecinos para buscar al desgraciado que aun pedía auxilio agónicamente desde algún lugar del agresivo monte. El día fue infernal. Un grupo de hombres, había encontrado una zapatilla del infortunado, y otro, un pedazo de tela de su camisa que se había prendido a una brea. Todos comentaban lo mismo. Cuando ya se encontraban cerca del joven, el monte se cerraba densamente y era imposible llegar hasta el lugar. Eso si, nadie lo había visto. Solo lo habían escuchado gritar, cada vez más lejos, sin fuerzas, hasta que no lo escucharon más. Comentaron que al otro día la policía acudió al llamado de la familia y rastrearon toda la zona, sin resultado alguno.<br />
Tiempo después. La madre encontró la caja de cartón debajo de la cama. La abrió con curiosidad y encontró los libros. Se los mostró a su marido y recién comprendieron lo que había pasado... Cuidaron de que el fuego consumiera todo. Incluso las tapas, que según se dice son forradas con piel de cristiano. Poco después, cargaron todas sus cosas y se marcharon del lugar. Nadie pudo decirme donde viven ahora. Pero lo que si sé, es que nadie se acercó jamás por ese lugar y cuando algún viajero acierta a pasar por las inmediaciones, se persigna y apura la marcha para alejarse lo más rápido posible.<br />
<br />
SALIDERA<br />
<br />
Da bronca entrar al banco.<br />
-¡Apague el celular!<br />
-¡Entre al brete y haga fila!<br />
-¡Ojo, lo estamos filmando!<br />
Ojos que vigilan en vigilancia privada<br />
Ojos que vigilan en invisible panóptico<br />
De cámaras Foucaultianas.<br />
Ojos azules del Estado.<br />
Ojos que acusan y desconfían<br />
siempre del cliente que llega…<br />
<br />
Una seña del cajero,<br />
una marca en la espalda,<br />
un préstamo,<br />
una indemnización,<br />
un ahorro de tiempo,<br />
una venta,<br />
un sueño.<br />
Nada importa, la moto ya arrancó.<br />
La orden fue dada.<br />
Tirado, puteando frente a la casa,<br />
te dejan abrazado a la impotencia<br />
mientras llora sangre en tu pierna<br />
el ojo rojo del balazo…<br />
<br />
NO ME ESPERES<br />
<br />
Amor, no me esperes...<br />
Carga todos mis recuerdos y vete<br />
que voy lento y no llego,<br />
me quedé varado en el presente<br />
y los años me han dejado abandonado<br />
en su loca y tirana carrera.<br />
Por más que estiro mis manos,<br />
jamás tocaré tu cuerpo<br />
hermoso, hecho de futuro,<br />
perfecto,<br />
tan perfecto,<br />
perfectamente imposible<br />
como ese llanto sin nombre,<br />
solo mío.<br />
Como ese sueño adolescente,<br />
solo mío.<br />
<br />
SIN FIN<br />
<br />
Rueda que rueda la rueda,<br />
como la sierra sin fin<br />
que los extremos se encuentran<br />
y confunden entre sí...<br />
<br />
LOS JUEVES DE OTOÑO<br />
<br />
Amor<br />
<br />
Los jueves salgo a buscarte<br />
Los jueves de otoño<br />
Con tonos de liquidámbar<br />
Y aliento de brisa fresca…<br />
<br />
Los jueves a la siesta<br />
De soles amarillos <br />
Que se reflejan <br />
En las hojas mustias…<br />
<br />
Los jueves.<br />
<br />
CHAT<br />
<br />
Ella escribe en su notebook.<br />
Es dueña de tiempos y distancias<br />
de colores<br />
calores <br />
olvidos<br />
dolores<br />
risas<br />
sueños<br />
besos y abrazos… Me gusta<br />
copiar, pegar, ya no me gusta.<br />
<br />
Ella añade y elimina amigos<br />
sin dolor ni sangre.<br />
Se enfada, siente el gran<br />
temor al ridículo<br />
mas se muestra, <br />
seduce<br />
y comparte…<br />
<br />
En su balance<br />
cuenta con más de mil amigos<br />
cientos de grupos<br />
en cualquier lugar del planeta…<br />
<br />
No le importa si se pasa sola todo el día<br />
en una puerta de una antigua capilla<br />
en un desolado paraje<br />
de Salta…Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-49754142375617423282011-08-03T17:45:00.001-07:002011-08-04T14:02:56.561-07:00PILAR BAMBA (Zaragoza-España)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgutbAVRI2fcnoV1mteXpB58DNX8wGQe0sI_ggsZv_0MlIPR5BrSt_EFKy8UHj0UPt32Vmib2JcmxlyZkMek36LskMjRmtzsDVMvVEY-g1k4cVu3yWgeuaBMWgqx0bmXH-Ff_-qDHinR_Q/s1600/BAMBA1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgutbAVRI2fcnoV1mteXpB58DNX8wGQe0sI_ggsZv_0MlIPR5BrSt_EFKy8UHj0UPt32Vmib2JcmxlyZkMek36LskMjRmtzsDVMvVEY-g1k4cVu3yWgeuaBMWgqx0bmXH-Ff_-qDHinR_Q/s640/BAMBA1.jpg" width="496" /></a></div>Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-34723252454517672682011-08-03T17:45:00.000-07:002011-08-04T13:24:03.589-07:00ANÍBAL AGUIRRE (Salta-Salta-Argentina)XXX<br />
<br />
Había caído exhausto en la arena, una<br />
serpiente me habló al<br />
oído.<br />
<br />
Me dijo que ella sabía en donde se<br />
se encuentra la mujer del<br />
cuadro.<br />
<br />
El viento sopló con fuerza hundiendo<br />
al reptil en la<br />
arena.<br />
<br />
Pero antes de desaparecer del todo,<br />
me lanzó un sonido, la tiene el<br />
viento.<br />
<br />
LVI<br />
<br />
La nada busca atrapar al viento, el<br />
viento posee un<br />
<br />
tesoro que la nada<br />
desea.<br />
<br />
La nada se ha tragado a la luna y a<br />
la arena.<br />
<br />
Entran a la nada, los puentes y las<br />
torres de Praga, quedan las<br />
<br />
catacumbas y los<br />
<br />
tesoros que el viento<br />
guarda.<br />
<br />
LVII<br />
<br />
Devoró mi cerebro cuando cruzaba el<br />
desierto, de mi<br />
<br />
corazón nada ha<br />
quedado.<br />
<br />
Sólo el vino que se mezcló con mi<br />
sangre escapó de las garras de esa<br />
nada.<br />
<br />
A este bar el vino vino a contar la<br />
formidable historia que<br />
<br />
comenzó en un café, y<br />
terminó en esa<br />
<br />
explanada.<br />
<br />
LVIII<br />
<br />
En las tabernas el vino comenzó a<br />
contar la leyenda.<br />
<br />
Mi sangre recordará a la mujer del<br />
cuadro.<br />
<br />
Un encanto que encierra el viento,<br />
una pasión que vive en<br />
<br />
los subsuelos de la ciudad<br />
antigua.<br />
<br />
Queda el misterio en el centro<br />
de las<br />
<br />
tormentas.Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-37676183628338691812011-08-03T17:44:00.001-07:002011-08-04T14:03:30.215-07:00PILAR BAMBA (Zaragoza-España)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTEJM1aVwxQW0ivaH3tK4pPbLJlOTjm3eo3y85LC3ujNkLO0PGDbIL18wKRZnBkcvy_rwDLDj1TugbCsoLRMdWx5wQk3921CAM904lq-mEvCBXjhGxFFvtLpIUAquMU6ttCEzS2yDuthw/s1600/BAMBA2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTEJM1aVwxQW0ivaH3tK4pPbLJlOTjm3eo3y85LC3ujNkLO0PGDbIL18wKRZnBkcvy_rwDLDj1TugbCsoLRMdWx5wQk3921CAM904lq-mEvCBXjhGxFFvtLpIUAquMU6ttCEzS2yDuthw/s640/BAMBA2.jpg" width="582" /></a></div>Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-42855586684865488762011-08-03T17:44:00.000-07:002011-08-18T15:55:17.703-07:00CLAUDIA AINCHIL (CABA-Buenos Aires-Argentina)DE REPENTE<br />
<br />
De repente un megáfono de palabras liquidas<br />
una excomunión de aire entrecortado<br />
una canoa solitaria trepando por filtraciones<br />
de otras canoas solitarias<br />
que solo abarcan silencios...<br />
de repente mi voz trepidante<br />
en desorden,inabordable<br />
invisible para el galope del caballo..<br />
de repente la complicidad con las horas no impresas<br />
los pasos torpes<br />
los vericuetos de un cráter sin frenesí<br />
vuelto hacia su propio espejo<br />
..en las inmediaciones hacen señas, sin embargo<br />
la neblina es tan extensa..<br />
<br />
MISIVAS<br />
<br />
Solo abismo de palabras no encontradas,<br />
solo un pantano..<br />
los ojos no descubrieron los secretos<br />
para armar puentes<br />
demasiados destiempos y quimeras<br />
rayos de soles inexistentes.<br />
Bajo la persiana.Esa nada se diluye.<br />
Te diluyo.<br />
Ahora el silencio es más real<br />
antes mecía un si y un no de hojalata..<br />
solo destiempo<br />
lluvias<br />
misivas que no tocaron alma<br />
misivas que se pierden por y para siempre...<br />
nadie repite la travesía por las mismas aguas, los mismos torbellinos<br />
misivas poseídas por puertas,ventanas y relojes sin hora ..<br />
el aire de sus letras llamaba a los grillos<br />
cuando se echa de menos su ruidito..<br />
misivas que no fueron abiertas ni leídas<br />
no se puede leer lo que no es visto por el alma..<br />
en este siglo a quien se le puede ocurrir mandar misivas<br />
si los cerrojos clausuran puertas,ventanas<br />
y solo uno descubre la fachada<br />
el prologo sin novela<br />
<br />
ACROBATAS<br />
<br />
Las rodillas le molestaban<br />
el desborde de los pasos faltantes<br />
ocasionaba sobresaltos imaginarios<br />
tantos lenguajes en embarcaderos poco usados<br />
por el abrazo de su pies..<br />
Primero creyó que era una broma<br />
el discurso insomne de un paraíso simbólico<br />
el aliento como aguardiente ejecutando catálogos<br />
de vida,sobrevida<br />
kilómetros de jazmín silvestre, semblantes de aguas<br />
dijo, nunca se cruza dos veces el mismo río…<br />
lo repitió para convencerse<br />
igual titubeo…<br />
desoyendo las leyes inmediatas de lo que debe hacerse<br />
se inundo de alegría repentina<br />
tomo las láminas que sostenían la armadura de escamas<br />
y lentamente se despojo de equipajes paradójicos<br />
que paralizaban el vuelo..<br />
paso a ser equilibrista, contorsionista<br />
ya no necesitaba el espacio telúrico de sus rodillas<br />
somos acróbatas me dijo<br />
somos, le conteste.<br />
<br />
NO MAS…<br />
<br />
no más palabras escritas<br />
ni verbales<br />
no más malabarismos de itinerarios compartidos<br />
invento de soles que visten al personaje<br />
y se disipan al instante.<br />
Es tan pequeño el sorbo que atropella con retórica<br />
los registros de la ilusión...<br />
tremendos impulsos<br />
tu silueta en espera eterna de bailes ajenos...<br />
palabras huecas...es media tarde...<br />
de pronto las replicas del sincericidio..<br />
y corro..<br />
<br />
CORRO<br />
<br />
Corre a toda prisa<br />
envuelta en una llamarada<br />
corre...es urgencia<br />
y abismo<br />
son momentos de animas e historias acumuladas<br />
en secretos malditos...<br />
nada la detiene<br />
cada alquiler de la razón se ensaya a si mismo<br />
como esas tramas del debe y haber<br />
del ser y no ser<br />
corre...<br />
hasta esfumarse sin hacer ruido...<br />
corro a toda prisa<br />
envuelta en una llamarada...<br />
difícilmente encontrara mi rastro<br />
monólogos cautivos bajo siete llaves<br />
...hasta esfumarme sin hacer ruido...Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-76463897529830137272011-08-03T17:43:00.001-07:002011-08-04T14:11:01.958-07:00PILAR BAMBA (Zaragoza-España)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQgH5ESke0y2vPvAz2XKcvZ8xAeMvHKJCqjIsuyuuSmYbp9-j_kbtGaWDo7lX6BY0wLYYdkX4zxmYwgAqQUjBHytwGsssZ8dN_xWZggY7KP4YmGTW9X1k9lDbpMCz5QBeXGCLSK-Q8bA8/s1600/BAMBA5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="620" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQgH5ESke0y2vPvAz2XKcvZ8xAeMvHKJCqjIsuyuuSmYbp9-j_kbtGaWDo7lX6BY0wLYYdkX4zxmYwgAqQUjBHytwGsssZ8dN_xWZggY7KP4YmGTW9X1k9lDbpMCz5QBeXGCLSK-Q8bA8/s640/BAMBA5.jpg" width="640" /></a></div>Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-40106938124933820222011-08-03T17:43:00.000-07:002011-08-04T13:22:53.594-07:00ANDRES ALDAO (Maalot Tarshija-Alta Galilea-Israel)CRÓNICA COTIDIANA EN RETIRO<br />
<br />
Es como una selva tupida y húmeda sometida a la llovizna maquinal y permanente de las bocanadas de hollín y ceniza. Embriagada por el pasado, Buenos Aires vive siempre renovándose. Es la tierna salvaje de cemento inundada con las súplicas nocturnas que laceran la afonía de la noche. Una y otra vez se envuelve en la vorágine y el llanto de sus calles, arropada en la melancolía de cada esquina, en la evocación y las pasiones que vagabundean entre el ensueño y la vigilia. Desconsuelo perdurable por la lejanía de su urbe (A.A.)<br />
<br />
Un día de mediados de marzo había acompañado a un amigo a la estación de micros. Nos despedimos. y yo regresé caminando por el zoco de Retiro gambeteando los puestos y a los caminantes. Al llegar a la entrada del subte C contemplé a un viejo degenerado que llevaba en la mano un billete de dos pesos y le hacía señas a una piba de no más de doce o trece años. Ella se acercó meneándose, la sonrisa concupiscente y sus ojos como dos cavidades moradas. Supuse lo que iba a ocurrir, vi todo violeta, podrido y repulsivo, y allí nomás, al toque, me acerqué y le dije al viejo verdoso:<br />
<br />
−¡Che, jovato hijo de puta, dejala ir o te rompo la jeta! <br />
<br />
El tipo no se retobó. La piba, con sonrisa tonta y mirada hueca, me preguntó si quería la mamada por un peso. Le dije: ¡Andate!... Y no te quiero ver más por aquí. Me miró como una oveja despistada y no contestó. Se fue caminando... Parecía una zombie, las ojotas aplastadas, los pies con roña de días o semanas, las greñas caídas y balanceando la flacura como si fuera a tumbarse para siempre. Luego se topó con un pendejo cafiolo antes de la veintena, una sonrisa estúpida y desdentada, ojos brillosos, que aspiraba de la bolsita con olor a poxirán... <br />
<br />
Contemplándome en un espejo imaginario, me vi como un predicador inservible y evoqué la frase de una querida amiga: "La tristeza camina por mi espalda con sus pies pequeños y fríos...".<br />
<br />
Habían pasado algunos días. Me acordé de la piba que vi en Retiro y del viejo desenfundando esos dos pesos como abalorio, como el cebo que le daría un placer sórdido y fugaz.<br />
<br />
Me vestí, tomé un cortado y la de grasa en el bar de la esquina de mi casa, y viajé con el colectivo 6 hasta Retiro. Crucé y me interné por el zoco. Imposible caminar, el olor a choripán y el mar de gente que andaba por Retiro me dieron impresión de sordidez.. Fui caminando hacia la estación de los micros. Me dejé deslizar por la cinta transportadora, fui recorriendo las boleterías, luego bajé hacia los andenes. No encontré lo que buscaba... <br />
<br />
Salí de la estación y me encaminé hacia la entrada del subte C. Escudriñaba a ambos lados, buscaba a la piba, o al cafiolo que la dirigía, pero nada. Llegué a la entrada, me quedé mirando un rato y decidí volver a Balvanera para disfrutar las horas; últimas horas libres antes de entrar en el remolino laboral de la agencia donde trabajo.<br />
<br />
Saqué la tarjeta para pasar el molinete y en aquel momento la vi. Las mismas greñas, arrebujada en un abrigo de mala muerte, los ojos opacos. Toda ella como una nada. Me paré enfrente, entonces pareció reanimarse. Me hizo un gesto obsceno con los labios. Se acercó con aquel contoneo conocido. Miré su cara, el cuerpo desmañado: parecía una muñeca de trapo rescatada de un basural. Sucia, algunos desgarrones en la ropa, los brazos flácidos y caídos y las piernas moradas. ¿Quiere una mamada? Deme un peso y vamo a lo galpone, no hay nadies. <br />
<br />
Le hice una seña y comencé a subir: ¿y pa´qué? dijo sorprendida, mientras se ponía a la par. Al subir la escalera ella me preguntó si íbamos a los pajonales de las vías. No le respondí... <br />
<br />
Cuando llegamos al zoco le dije: Vení, quiero tomar un café, ¿me acompañás? Creo que allí se abatató... ¿Usté no será de la yuta, diga? Por favó, no me lleve... así me gano la vida ¿vio? El pequeño macrô revoloteaba alrededor de la mesa del bar contemplándonos con cara estúpida.<br />
<br />
Le hice tomar un café con leche con una factura. ¿Cómo te llamás? le pregunté. Pa´qué quiere saber... Murmuró su nombre, Juanita. Deme un faso. Le dije que no fumo y le pregunté la edad: trece año. ¿Parezco má, no? Cuando terminó le pedí que viniese conmigo. Preguntó si iríamos al galpón del Mitre...<br />
<br />
−Escuchame, Juanita... Quiero hablar con vos, no quiero ir al galpón... ¿sabés?<br />
<br />
−Y pa´qué quiere hablar con Juanita, si io soy nadies, ¿sabe?<br />
<br />
Me siguió y nos sentamos en un banco de la Plaza San Martín. En el camino le hice lavar la cara en un bebedero. ¿Y pa´qué, se puede saber? Algunos paseantes respetables me junaban con jeta indignada...<br />
<br />
Durante dos horas Juanita me contó a los saltos una historia sombría, de promiscuidad e infortunio. Al principio me decía: No viá contarle nada...mi vida e fea...soy una pavota...pa´qué quiere que le cuente, eh? diga, don, ¿pa´qué...?<br />
Luego, con miedo, como si las palabras fuesen agujas clavadas en su flacura, fue relatando, incoherente y apática, la breve historia de su vida. <br />
<br />
No, no tengo padre, no sé quién e.... Nunca lo conocí. Tenemo al padrasto, somo ocho hermano. Nelly, la grande, se fue y no volvió ma, sabe? Laburaba en la calle... Manuel, el padrasto, la mandó a trabajar de puta. Le sacaba la plata y a la noche dormía con ella. Ahora no está má... No, no sabemo nada e ella. Hace un tiempo, una noche el guacho me sacó de la cama y tuve que mamarla, vio? y dispué me la metió... me sangró toda, yo gritaba y lloraba pero mi vieja no dijo nada. Ca´pá que tenía susto. Despué me mandó a Retiro. El Beto e el sobrino, un hijo e´ puta... e un cafiolo, me vigila y me faja, me saca la plata. A la die de la mañana estoy en Retiro, a la busca... Hay día que hago entre veinte a treinta peso... Sí, todo los día meno el domingo... Porque lo sábado trabajo hasta la tre o cuatro de la maniana... dormimo todo en la piessa, vio? No tenemo banio ni agua, Manuel chupa vino, se mama toda la plata. Sí, tengo mucho cliente, a vece me suben a lo camione, tengo tassista que me yevan y me dan do peso. No, no me gusta hacer eso pero ¿qué quiere que haga, don? ¿El cole? Fui al cole un anio, algo sé, vio? No me siento triste, e como me dice mi mama, soy una turrita, soy nadies y no puedo hacé nada...vio? El Beto me da la pastita... el pomo, el snife, sabe? Dispué se me va la tristeza...me siento dormida, no duele nada...¿si tuve juguete...? ¿´ta borracho uste?... nunca tuve, no sspero nada no conossco otra cosa... el rancho, mi hermanito, la vieja y Manolo el curda... ¿Ropa? si lo que encontramo tirado por ái.. Miro a pibitas como io que andan de paseo con lo viejos y digo yo: so gila Juanita, y me garra una trisstesa... dispué le pido el tubito a Beto o me compro uno, un snife largo y se pasa todo, vio?<br />
<br />
Hacia el final se quebró echándose a hipar. Se limpió los mocos y las lágrimas. Después frotó sus ojos que develaron un mísero brillo. Respiré hondo. Me sentía como un mosquito. Juanita se fue borrando a paso tardo, regresaba a la rutina, a su caída al pozo. Era la vía crucis desde la villa de Benedetti a Retiro, ida y vuelta. Era la degradación y la droga. Sólo trece años y ya está muerta.Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-31506583570470647962011-08-03T17:42:00.001-07:002011-08-04T14:13:15.047-07:00BERENICE BARRETO FERNANDEZ (Crato Ceará-Brasil)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbXqFHYxWGwwjLE-JbQ-gfyCt_JAuvFujqjreapFQF0KyTABb1kZ29XoQidJevOw3GWQOfpv1qdP-UuGupx81eeLN-OI7V8kmJ511DEetjoOXXbcpyj4HqhzyX_IKe2EqMpb3hqDN6B6Q/s1600/BARRETO1.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="468" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbXqFHYxWGwwjLE-JbQ-gfyCt_JAuvFujqjreapFQF0KyTABb1kZ29XoQidJevOw3GWQOfpv1qdP-UuGupx81eeLN-OI7V8kmJ511DEetjoOXXbcpyj4HqhzyX_IKe2EqMpb3hqDN6B6Q/s640/BARRETO1.JPG" width="640" /></a></div>Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-87214354344223981672011-08-03T17:42:00.000-07:002011-08-18T15:51:38.484-07:00TANIA ALEGRÍA (Lisboa-Portugal)GERUNDIO<br />
<br />
Olvidarte no es lo que creía:<br />
vastedad de vacíos subsecuentes,<br />
la incógnita despejada<br />
en mi ecuación mental de utilidades.<br />
No es mantel de ceniza recubriendo<br />
migajas de un banquete consumido,<br />
o niebla que se extiende hacia la línea<br />
de un horizonte al que volví la espalda.<br />
<br />
Que no. Es un aguaje reincidente,<br />
un vendaval que arrastra los despojos<br />
de un remoto naufragio<br />
hacia la soledad de mi egoísmo.<br />
<br />
O más bien llamarada<br />
que va labrando surcos en la piel<br />
y calcina los huesos hasta el tuétano.<br />
<br />
Olvidarte es asir esa condena,<br />
perpetua, inexorable, reiterada.<br />
Una no olvida: <br />
una se va olvidando.<br />
Construcción absoluta, estado durativo, <br />
es un gerundio <br />
eternamente <br />
siendo.<br />
<br />
ENTRE DOS GUERRAS<br />
<br />
Me acerco entre dos guerras, cuando emergen<br />
de los despojos ánforas añejas<br />
y el vino a sorbos sabe a un armisticio,<br />
un credo entre silencios.<br />
<br />
Reposan los corceles de mis tribus, <br />
que en un tropel de cascos, de entre el polvo,<br />
rescataron tu nombre. <br />
<br />
Entre dos guerras<br />
vengo hacia ti, niña y desangelada,<br />
sin manual de instrucciones para el miedo.<br />
<br />
SOMBRAS<br />
<br />
Mi sombra velará tu sombra donde<br />
discurra el vago rumbo de los párpados<br />
el tiempo con su séquito de otoños<br />
y seguirá la impronta de tus huellas<br />
que un día fueron brújula, cuadrante<br />
y arca de los lúgubres desechos<br />
en la odisea errática emprendida <br />
hacia el borroso sur de mis naufragios.<br />
<br />
Donde tu sombra esté, grave y remota,<br />
mi sombra –de tu sombra el centelleo–<br />
allí estará, al borde de la tuya,<br />
por andar de tu mano las acequias<br />
que llevan al envés de los enigmas<br />
y recorrer contigo paso a paso<br />
los páramos de hielo del olvido<br />
y el infierno voraz de la memoria.<br />
<br />
CUANDO ESTOY TRISTE ME TRANSFORMO EN ÁRBOL<br />
<br />
Cuando estoy triste, cuando estoy muy triste,<br />
se me brotan ramajes del costado,<br />
sobre mi piel se extiende una corteza<br />
y vigas de madera son mis brazos.<br />
De mis cabellos cuelgan hojas mustias<br />
sin esperanza verde en nuevos vástagos <br />
ni consuelos de azul sobre la fronda<br />
que el corazón dibuja en el espacio. <br />
<br />
Cuando estoy triste, cuando estoy muy triste,<br />
nacen del cuenco agreste de mis manos<br />
las almendras amargas del silencio<br />
y una savia de hiel corre en los tallos.<br />
<br />
Expuestos al rigor de la intemperie<br />
dentro y fuera de mí tiemblan los pájaros<br />
que anidan en las cruces de mi leño<br />
de surcos boquiabiertos, asombrados,<br />
de lo cuánto el dolor me vuelve espesa.<br />
<br />
Cuando estoy triste me transformo en árbol.<br />
<br />
CARTA<br />
<br />
Será otoño ahí. Será de noche. <br />
Vengo de mis asuntos a tus ojos.<br />
<br />
Te quiero aún, con este amor de aire,<br />
sin carne, sangre, piel, sin incidentes, <br />
con esmero de orillas paralelas<br />
y esa manía de oficiar liturgias <br />
en las aras del caos.<br />
<br />
Hace mucho no sé noticias de tu perro.<br />
No me contaste nunca<br />
como se comportó la primavera<br />
en los muros del patio.<br />
Veo que no nos restan amigos en común.<br />
<br />
Por contarte de mí: uso sombreros<br />
de fieltro color miel cuando te extraño,<br />
y cuando –como suelo – estoy demente,<br />
un panamá genuino, cinta negra,<br />
que me hace sentir casi normal.<br />
<br />
Terminé de escribir una novela<br />
por presumir de hacer literatura,<br />
y me compré en el Bazar de Especias<br />
un perfume de rosas antiguas de Bulgaria.<br />
<br />
Volví a Estambul en Marzo, porque sí, <br />
por las palomas, sabes, que alzan vuelo<br />
de la Mezquita Azul al Cuerno de Oro<br />
a las seis de la tarde, cuando el día<br />
se apaga y el muecín llama al adhãn<br />
y me sorprendo al borde de las lágrimas<br />
por nunca haber creído en un alma inmortal. <br />
<br />
El no saber de ti me dilacera.<br />
Con alambres de espino está cercado <br />
el patio donde acampan las milicias<br />
que sofocan con hiel mis rebeliones,<br />
y hasta el nogal que lleva tu nombre en cada rama<br />
se me murió de asombro.<br />
<br />
Esas cosas de mí vine a contarte,<br />
y digo, como ves, siempre lo mismo:<br />
te quiero aún con este amor de aire<br />
y vocación de caos.Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-87723137644407173982011-08-03T17:41:00.001-07:002011-08-04T14:14:55.798-07:00BERENICE BARRETO FERNANDEZ (Crato Ceará-Brasil)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXIm4y9W_o0U5kSw1v6MVfF9TCpXvzZleHFMAn8Q4-uUpNnHw4sfBknhYSx0lGbUg-y11u-WG4E6vPQw79ZPgmwNWz9KDEhtB5Eo647Xik1E5XEiS61ptiQRtFsqpOudPO7LTVt6Ac9b0/s1600/BARRETO2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXIm4y9W_o0U5kSw1v6MVfF9TCpXvzZleHFMAn8Q4-uUpNnHw4sfBknhYSx0lGbUg-y11u-WG4E6vPQw79ZPgmwNWz9KDEhtB5Eo647Xik1E5XEiS61ptiQRtFsqpOudPO7LTVt6Ac9b0/s640/BARRETO2.jpg" width="460" /></a></div>Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-82604136983864323602011-08-03T17:41:00.000-07:002011-08-04T13:23:31.755-07:00MARITZA ÁLVAREZ VARGAS (Villa Alemana-Valparaíso-Chile)ADEREZO<br />
<br />
...y en tu carta tomo asunto cuando me quedo<br />
y expreso en silencio la minúscula espera<br />
la impresión de la conjugación entera<br />
el reflejo lúdico entre tu gesto y mis ojos<br />
los que te sedujeron<br />
los que te recorrieron<br />
y me aderezo el ropaje que no destiñe<br />
hecho a andar mis alas de instrucción<br />
y me empeño en velarte los aciertos<br />
más que las faltas<br />
y los anoto en mi libreta de notas<br />
para que no se me olviden<br />
mientras ella está dispuesta a acusarte<br />
de atropellador<br />
de alunizaje intempestivo<br />
de aterrizaje fortuito<br />
de la más potentes de las muertes<br />
la que acaba conmigo cuando duermo contigo<br />
<br />
VIVA<br />
<br />
Presionada<br />
como tuerca que aprieta la llave del agua<br />
que gotea, atrevida y contrariada<br />
<br />
Eufórica <br />
como torrente de aguas<br />
que potentes caen estruendosas<br />
en las cataratas de Iguazú<br />
<br />
Asesina<br />
Como el dolor que tantas veces vuelve<br />
A mis sienes enfermas<br />
Febriles<br />
Impacientes del futuro<br />
Que se pinta lejano<br />
<br />
Rauda<br />
Como niño que sale de la escuela<br />
Y llegando a su casa tira sus libros<br />
y la disciplina<br />
Esa que te enseña conductas aprendidas<br />
Y se lanza rápido a sus juegos y aventuras<br />
<br />
Imprevista<br />
Como la lluvia de Noviembre<br />
Que nos sorprende en Primavera<br />
Y moja la tierra<br />
Limpia los montes<br />
Y despeja las brumas del cielo<br />
<br />
Atónita<br />
En la sorpresa callada y serena<br />
La que llega envuelta en sobres<br />
Con sellos nórdicos<br />
De un país celeste<br />
Atestado de fríos otoñales<br />
<br />
Muy tuya<br />
Semi reflejo de causas perdidas<br />
Asteroide caído en la luna<br />
Satélite que sorprende a los ovnis<br />
Tratando de retratar tu vida y la mía<br />
<br />
Espejo vivo<br />
Traje nuevo<br />
Revista leída y gastada<br />
Números de mi clave<br />
Navegación secreta<br />
A otros rumbos y otros mares<br />
Recién nacido<br />
Llanto primerizo <br />
Brazos que sostienen<br />
Besos que nunca sacian<br />
Sala de espera<br />
U.T.I. del amor<br />
Cama que suena<br />
Seuda libertad de los amantes<br />
Esperma que corre<br />
Óvulo que fecundó<br />
<br />
Y MORÍA<br />
<br />
Doblada, manchaba el puño de la camisa, mientras las piernas tambaleantes buscaban apoyo para levantarse.<br />
La columna vertebral torcía de inseguridades.<br />
Su mente daba la orden a los pies...a voz en cuello les gritaba:¡Sosténganse!, Mientras el corazón se revolcaba confundido, buscando aparejos.<br />
<br />
MUÑECA DE TUL Y SEDA<br />
<br />
No quieres que yo vea.<br />
No quieres que yo sienta.<br />
<br />
Acaso así lograrás hacer de mí<br />
lo que quieres que sea?<br />
<br />
Envuelta en tules y sedas me tienes<br />
para que ante la mirada de los demás<br />
sea tu reina mimada, la porcelana de la sala<br />
La que jamás reclama nada.<br />
<br />
La pequeña mujer que calla.<br />
La muñeca relegada en el fondo del espejo.<br />
La que oculta en sus ojos la tristeza de la noche<br />
y el paso estrellado por sus arcos de bruma.<br />
<br />
Ilusión.<br />
Todo es ilusión.<br />
<br />
Mientras<br />
envuelta en sutiles engaños<br />
como por miles de tules y sedas<br />
poco a poco voy callando de mis labios<br />
mi verdad de mujer, esa...<br />
la que no quieres oír<br />
la que acallas con flores<br />
también hechas de tules y sedas<br />
<br />
MUJERES<br />
<br />
Hay la mujer clara,<br />
la madre y la compañera<br />
que de todos los colores es portadora<br />
haga su vida de otros <br />
o se contenga en la espera.<br />
<br />
Y está la blanca,<br />
que de su destino hizo un santuario<br />
involucrando creencias, razones y religiones.<br />
<br />
Las hay azules,<br />
que visten sus noches de nostalgias<br />
e infinitos dolores,<br />
y la mañana no les cambia los matices,<br />
sólo les baja o sube el volumen.<br />
<br />
Las hay rojas de pasiones.<br />
Ardientes, voraces y amantes<br />
sólo como ellas solas. Intrépidas. Audaces.<br />
<br />
Hay mujeres violetas.<br />
Espirituales en su esencia.<br />
La vida tiene sus sentidos y sus razones,<br />
en sus pupilas equilibradas y quietas.<br />
<br />
Y las hay de color rosa, <br />
vestidas de quimeras,<br />
enamoradas y soñadoras.<br />
De romanticismo siempre van vestidas.<br />
<br />
Está también la mujer oscura,<br />
la que el mundo vigila y pone juicio<br />
sobre ella. Y no es necesario que la sigas<br />
porque todos ya saben cuál es su vereda.<br />
<br />
Existe una de un color indefinido,<br />
la que hace del sacrificio su emblema.<br />
Mujer esforzada, que lleva la madrugada<br />
tatuada en sus pestañas y le duele el abrigo...<br />
<br />
También he de contar, por qué no,<br />
a la mujer que de todos los colores<br />
tiene algo...La ingenua.<br />
La que fácilmente cree lo que le cuentan<br />
y se involucra en todo viento de doctrina<br />
ideología o pensamiento; y si arrecia fuerte<br />
el viento irá por aquel camino o bien por este otro.<br />
<br />
Como sea.<br />
Mujeres todas.<br />
Mujeres somos.<br />
Valientes y fuertes somos.<br />
Todas en una?...<br />
Tantas en una sola.<br />
Tantas como colores tiene la vida.<br />
No importa que nos clasifiquemos.<br />
Nuestro camino hemos de seguir.<br />
Las batallas habremos de librar.<br />
Las victorias hemos de conseguir.Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-84038840593681978082011-08-03T17:40:00.001-07:002011-08-04T14:16:18.579-07:00BERENICE BARRETO FERNANDEZ (Crato Ceará-Brasil)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk__uOLXf2i4naEOVumb7wokrz1uh2WSOt9V6oO3zENCXv6jMkutpMqq0yDZn0mwLewiuSG11Be8Fm0Xgst4v0yMkyv_cNIQen9SkkTow7qX3wC1nexXaglXNgNDJui01qIpwipSbNI4w/s1600/BARRETO3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="634" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjk__uOLXf2i4naEOVumb7wokrz1uh2WSOt9V6oO3zENCXv6jMkutpMqq0yDZn0mwLewiuSG11Be8Fm0Xgst4v0yMkyv_cNIQen9SkkTow7qX3wC1nexXaglXNgNDJui01qIpwipSbNI4w/s640/BARRETO3.jpg" width="640" /></a></div>Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-2807913370727583772011-08-03T17:40:00.000-07:002011-08-04T13:21:59.166-07:00LUIS AMBROGGIO (Washington DC-USA)ARQUEOLOGÍA DEL VIENTO<br />
A Macedonio Fernández<br />
<br />
Busco la piedra de los poemas<br />
<br />
Busco algo que no huya de mi sombra<br />
y en su paz disperse el eco.<br />
<br />
Busco algo que permanezca después,<br />
después del agua y de la aureola<br />
quedándose sin irse,<br />
sin sufrir los ultrajes y las pérdidas<br />
de los caminos sueltos.<br />
<br />
Busco algo que no cuente<br />
porque en su dureza hay<br />
un solo número.<br />
<br />
Busco la cifra callada<br />
de los mil gritos,<br />
víctima sin resignación,<br />
escritura,<br />
dignidad austera de presencia<br />
donde vivan perennes<br />
la libertad de la memoria y el deseo.<br />
<br />
Busco algo que sea<br />
al revés,<br />
esencia que se pervierta<br />
con la verdad,<br />
contra el golpe infalible del mensaje.<br />
<br />
HERIDO DE TÍ<br />
<br />
Lloro el amor entre tus piernas,<br />
el azul que humedece mis labios<br />
sin la tristeza del tiempo.<br />
<br />
Nuestros cuerpos se desnudan<br />
dulcemente<br />
en el aire ebrio<br />
de los manantiales.<br />
<br />
Vida blanca,<br />
vivo debajo de tu silencio<br />
y el relámpago.<br />
<br />
La agonía de los cuchillos<br />
se extingue<br />
soplando el humo<br />
de pérdidas y aniversarios ,<br />
mientras rechazo la piel hueca<br />
que gime, lejana,<br />
con otros árboles<br />
sin rumores de miel.<br />
<br />
EL SUICIDIO DEL ÁNGEL<br />
<br />
La oscuridad era insoportable.<br />
Dios tampoco aparecía.<br />
El ángel se sintió manchado,<br />
negro, infierno, alma muerta<br />
en el túnel de la vida,<br />
el mal o los males, acusaciones,<br />
culpas masacraron su existencia,<br />
oscureciendo su grito blanco.<br />
Adentro respiró con espesura<br />
la consciencia del deterioro<br />
en el irremediable diseño de esa caída,<br />
hasta el fondo, o más allá,<br />
donde todo chocó con puertas cerradas<br />
en la hediondez de una caverna.<br />
La salvación, un lenguaje inalcanzable.<br />
ausente la brújula del pecado normal,<br />
del perdón o de la excepción de la rutina<br />
que ilusiona al peso de la carne<br />
y a los huesos, al espíritu, en afable compañía.<br />
Invadido por un huracán de tormentos<br />
ejercitó la negación del placer, del tacto<br />
de una mirada dulce, la melodía<br />
de un pájaro con la grave inocencia<br />
de sus cantos perdidos.<br />
<br />
Alma estrangulada con el asesino a cuestas.<br />
en su nido inexplicable de tinieblas,<br />
el ángel -él, ella- se estrelló contra el polvo<br />
donde se hallaron luego,<br />
bajo la escoba que barre las muertes,<br />
dos lágrimas con la inocencia del cristal,<br />
un humo pálido entre el ardor del verano<br />
y la nieve.<br />
<br />
LA SUBLEVACIÓN DEL SILENCIO<br />
A Antonio Gamoneda<br />
compartiendo el X Ciclo de "Poetas en vivo"<br />
<br />
Préstanos, Antonio, tu silencio<br />
para escribir lo imposible;<br />
y si es memoria o es olvido<br />
lo conmemore la lápida<br />
de tu poema, luz sin extravío.<br />
<br />
El tren de Matallana<br />
y la realidad de los que gimen<br />
ya no llevan pérdidas<br />
sino humedades verdes<br />
de palabras sin abismo.<br />
<br />
Dijiste que entre las piernas de tu madre<br />
nació la belleza de esta mentira<br />
para vigilar la verdad que desconcierta.<br />
Leíste, huérfano, la sangre de la ausencia<br />
y lamiste con amor las sombras<br />
bajo el terrible ojo de la herida.<br />
Con la virtud de testigo<br />
nos enciendes en la muerte<br />
para vivir juntos el misterio indigno<br />
de rostros, voces que, en su abandono, gritan.<br />
Préstanos, por favor, Antonio, tu silencio<br />
para consolar, de algún modo, nuestros propios gritos.<br />
<br />
Madrid, Noviembre 2006<br />
<br />
CANTO<br />
“Death shall have no dominion”<br />
Dylan Thomas<br />
<br />
La vida dominará mis vuelos<br />
sin oscuridad de odio<br />
con vientos, rosas encintas,<br />
ahuyentando los angustiosos chillidos<br />
de las gaviotas<br />
en los labios de la arena.<br />
<br />
Te detesto, paloma sin plumas,<br />
como a la muerte<br />
que ostenta ser mi amiga.<br />
<br />
Me duelen los huesos<br />
de suciedad y pena.<br />
<br />
Pero de hoy en más,<br />
la vida dominará mis vuelos.<br />
Y olvidándome<br />
de las arrugas del tiempo,<br />
de la sangre sometida,<br />
de las pupilas sin sol,<br />
con la marea enamorada<br />
de mis dedos,<br />
duplicaré otra alma y otro cuerpo,<br />
esposa del día y de la nube,<br />
nido de un brote iluminado.<br />
<br />
Sólo entonces abandonaré el polvo<br />
en la estrella infinita del mar,<br />
más allá de la agonía de la lluvia.Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8394602330685496639.post-36182105126681389242011-08-03T17:39:00.001-07:002011-08-04T14:18:02.672-07:00BERENICE BARRETO FERNANDEZ (Crato Ceará-Brasil)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8MU21x476rgYgvf2PK_RfwDKCoqVOt6NNKRy2Y0qPdR_tAXBW3aHk_caDuO_FvfRMmixXyjWtetW10xj32VCwg652JshuECjWNyv91MVSWfb9ej7vK_6A7zldrR_Yf-uMc9SRNcG-Jyw/s1600/BARRETO4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8MU21x476rgYgvf2PK_RfwDKCoqVOt6NNKRy2Y0qPdR_tAXBW3aHk_caDuO_FvfRMmixXyjWtetW10xj32VCwg652JshuECjWNyv91MVSWfb9ej7vK_6A7zldrR_Yf-uMc9SRNcG-Jyw/s640/BARRETO4.jpg" width="528" /></a></div>Gaceta Virtualhttp://www.blogger.com/profile/13926022138611505567noreply@blogger.com0