EMILIA MARCANO QUIJADA (Maracaibo-Zulia-Venezuela)

LA FRENTE ROTA

Cuando voy por mi alegre vecindario
escucho multitud de historias nuevas
en la entrada del patio, las aceras
en típicas tertulias del abasto
el tema favorito es Nicolasa
sus siete muchachitos, su pobreza
su drama, para nada imaginario
la hiel amarga que comen a diario
las mujeres sufridas de mi tierra.

cuando va por la calle Nicolasa
con la prole agarrada a sus caderas
pidiendo algún plato de comida
lavando y planchando ropa ajena
todos comentan
la pobre, allí va con su cruz
el marido le pega.

La gente, siempre la gente
que de tantas cosas se da cuenta
la miran de reojo,
todos los días la misma escena
un labio partido
un ojo amoratado
en la frente una grieta,
las heridas más graves no miramos
las heridas del alma no se cierran

lo más infame de mi real historia
no es el marido cruel ni sus ofensas
lo triste es su actitud ante la vida
pues cuando el vecindario la interroga
que te pasó en la frente Nicolasa?
otra vez te ha golpeado, ya no mientas!
la infeliz raudamente lo reniega
ha sido un accidente he resbalado!
en poco tiempo estaré como nueva!

ah mujer de la América toda!
que del yugo perverso te alimentas
vives toda tu vida como esclava!
mancillada, golpeada como fiera
Decidiste aferrarte a tus cadenas
porque no tienes valor de vivir sola!

QUIERO

No tengo más propósito en la vida
que seguir escribiendo mis poemas
hare con ellos una enredadera
para que reverdezca mi alegría

No tengo más frontera que la tierra
que el faro luminoso de los versos
de mis buenos amigos los momentos
de la rima sencilla su cadencia

No aspiro de mi norte más riqueza
que la musa cautiva desolada
llenando con su boca enamorada
mis noches de volcánica tristeza

Que solo quede huella de mi nombre
de todos esos sueños que tuviera
cuando pasado el tiempo y los amores
un puñado de simples soñadores...
declame mis poemas.

MI SUEÑO

Tanto dio el cántaro al agua...
que el agua enamorada
se ha dejado beber

Tanto dio el perdón al odio
que el odio sin sentido
comenzó a perdonar

Tanto dio el cielo a la noche
que la noche de estrellas
se dejo recorrer

Tanto dio la madre al hijo
que el hijo agradecido
se dejó amamantar

Tanto dio el verso al olvido
que el olvido escondido
empezó a recordar

tanto dio la fe a la guerra
que la guerra quimera
quiso en paz florecer

Tanto dio el alma al destino
que el destino vencido
ha querido cambiar

Tanto dio este sueño mío
que se despoje el mundo
de tanto padecer

Tanto dio mi sueño al muro
que el muro devastado
termino por caer.

MUERE LA MUERTE

Se muere el mundo que todos conocimos
mueren las horas al cabo de la espera
mueren del tiempo sus prolongados hilos
mueren los hijos cuando van a la guerra

muere la gente por tales injusticias
por la indolencia del mundo indiferente
por las hambrunas, el crimen, la pobreza
las siete plagas que azotan inclementes

muere la vida prodigando su queja
mueren los campos y vastos sembradíos
mueren los niños por viles asesinos
mueren las flores que pierden su belleza

Muere la muerte cuando el verso revienta!
su voz que grita del corazón partido
el verso clama, no todo se ha perdido!
va rebelándose ante lo inexorable

va resurgiendo desde la sepultura
para anunciar al tiempo peregrino
que mientras haya poesía, hay esperanza
que mientras haya esperanzas, hay camino!

LAS NINFAS DEL ESTANQUE

Deshojaré una flor
a las hijas que nunca tuve...
Dulces abejitas
eternamente amadas,
eternamente niñas...

Mitológicas ninfas del estanque,
mujeres de bronce
convertidas
por arte de magia
en hiedra silvestre.

Se han enredado a mis pies,
se han sembrado en el fondo
de mis ojos negros
me mantiene presa su tierno ramaje
para que mi alma jamás
pueda olvidarlas.