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NORTON CONTRERAS ROBLEDO (Malmö- Skåne -Suecia)

SOBRE EL OFICIO DE ESCRIBIR
No podía dejar de mirar el firmamento, me detuve a contemplarlo mi madre se dio cuenta y se volvió al mismo tiempo que me preguntaba, ¿porque te has quedado ahí parado? Su voz llegaba a mí desde la distancia. Sentí que para responderle tenía que contemplar el firmamento una vez más. Después de hacerlo le respondí con la inocencia de mis seis años, estoy sembrando cielo para cosechar estrellas.

Desde lo más tempranos días de mi infancia el descubrimiento de las palabras dejaron el embrujo que aún permanece en mi alma. Cuando nos referimos al primer contacto con el lenguaje en la mayoría de los casos se remiten al lenguaje escrito, a los signos. Mis recuerdos de ese primer contacto me llevan a la voz de mi madre. A los lejanos días de mi infancia. A las noches de veranos sentados en el patio de la casa. A las de inviernos sentados alrededor de un brasero en el medio del salón de la casa.
Eran los tiempos en el que el cuenta cuenta nos traía lo mágico-real en la voz de mi madre y nos llevaba a ciudades y reinos, a personase historias, éramos pequeños y para nosotros la frontera entre lo real y lo mágico, se mezclaban y confundían.

Los años han pasado pero aun vivo poseído por el asombro que lo más fantástico y maravilloso no eran los cuentos y relatos en si. Sino que por esa época mi madre no sabía leer ni escribir Y no obstante nos contaba cuento todas las noches del año. Desde esos tiempos es que tengo la convicción y certeza que las palabras llevan en si la magia y el embrujo de el poder de multiplicarse a si mismas. Escribo para seguir multiplicando las palabras.
Escribo en tributo a mi madre, con la creencia de que sus palabras sigan prolongándose a través del tiempo. Recuerdo como si fuera hoy el día en que al alba cuando la noche viene al encuentro del día y aun se podía ver las estrellas titilando en el firmamento. Íbamos mi madre y yo abriendo surcos en la tierra. Ella adelante con el arado, yo atrás sembrando pan. Dejando caer las semillas de trigo que nos daban el alimento de cada día. No podía dejar de mirar el firmamento y me detuve a contemplarlo, mi madre se dio cuenta y se volvió al mismo tiempo que me preguntaba, porque te has quedado ahí parado? Su voz llegaba a mi desde la distancia. Sentí que para responderle tenía que contemplar el firmamento una vez más. Después de hacerlo le respondí con la inocencia de mis seis años. Estoy sembrando cielo para cosechar estrellas.
Cuando escribo voy sembrando palabras para cosechar ideas, deseos, ilusiones y sueños. Que ellas sean estrellas y soles en la inmensidad del universo de la vida. Que ayuden a iluminar el camino del nacimiento de una nueva alborada y con ella un mundo más libre y solidario.
Mis primeros contactos con las palabras escritas me dejaron maravillado por el asombro y la inevitable certeza de que lo que veían mis ojos era un misterio inalcanzable a mi entendimiento. En los meses siguientes seguían siendo un misterio y yo sospecho que ese fue el motivo por el cual mi madre me retiró de la escuela y me devolvió a mi oficio de pastor de cabras.
Mi corto periodo escolar me había dejado la curiosidad por las palabras. En casa miraba los libros de mis hermanas y poco a poco comencé a juntar letra a letra. Esa era la clave para descifrar los escritos. Podía formar palabras que decían cosas.

Un día dejé las ovejas y las cabras en el monte. Fui a casa me planté ante mi madre. Los puños cerrados y con toda la valentía que pude juntar a mis seis años. La mire a los ojos y con la voz más resolutiva que jamás he vuelto a tener le dije. Quiero ir a la escuela, mañana quiero ir a clases. Mi madre se me quedó mirando un instante que me perecieron siglos. Me acarició la cabeza al mismo tiempo que me decía, lo que no se aprende al comienzo no se aprende nunca, luego agregó, a no ser que tú sientas en el alma que si puedes.

Hay quienes escriben para ser famoso, ricos, otros que dicen que escriben para sí mismos. Yo escribo con el afán y la ilusión de llegar a todos. Escribo para expresar mi mundo interior. En el cual la locura y la cordura se equilibran sobre una línea delgada y sutil.

En mi mundo interior lo real y lo mágico han estado desde mis más temprano días de mi infancia. Como en esos días cuando iba a los montes a pastorear las cabras y las ovejas. Me veía al igual que todos los habitantes del pueblo de Canela, obligado a detenerme delante de un árbol enorme que se llama Litre. Mirarlo de frente escupirlo tres veces y saludarlos, Buenos días señor Litre. Y de vuelta del monte detenerme nuevamente escupirlo tres veces al mismo tiempo que le decía-- Buenas tardes señor Litre-- Nadie se atrevía pasar delante de este árbol sin detenerse y saludarlo. A los que se atrevieron los castigos cubriéndole todo el cuerpo de ronchas, manchas y una picazón infernal.

En mi mundo interior quedó grabado para siempre el día en que descubrí otro universo debajo de la tierra. Fue una noche de verano, tenía cinco años de edad, estábamos jugando en la calle con unos amigos, estábamos jugando al "pillarse" al "tú la llevas". Había que correr durante todo el juego y yo me cansaba. Me senté y comencé a excavar en la tierra. De pronto lo ví, era todo un universo debajo de la tierra. Miraba el cielo y veía la luminosidad del universo, miraba hacia abajo y veía ese otro universo. Pero este estaba en movimiento, las luces se movían caminaban. Yo me quedé asombrado de mi asombro. Dando gritos llamé a mis hermanas y amigos los que vinieron corriendo. ¡Miren! ¡Miren! les decía al mismo tiempo que señalaba a las luces que se desplazan de un lado a otro, miren! hay un cielo debajo de la tierra. Mi hermana mayor me tiró de la oreja al mismo tiempo que me decía... eres un tonto... esas son solo luciérnagas. Pero hasta el día de hoy lo que mis ojos vieron esa noche fue un universo descubierto debajo de la tierra.
No escribo solamente para expresar mi mundo interior. También lo hago para expresar mi mundo circundante.
En los últimos tiempos hemos sido testigos de un desarrollo y avance en los medios de comunicación que no nos hubiésemos imaginado hace algunos años. Este progreso se ha ido dando paralelamente al proceso de globalización en el desarrollo social. El desarrollo de los medios de comunicación y el poder de estos en manos de las grandes empresas multinacionales que usan estos medios para entregar y difundir ideas y valores que conllevan a la enajenación, a la alienación de las personas. Para conseguirlo manipula la información, disfraza, deforma la realidad social y económica del mundo circundante.

Tengo el convencimiento de que en el siglo XXI, las luchas de las ideas adquieren un papel relevante. La ideología es una parte integrante de la lucha de clases. Asumo el oficio de escribir con una actitud militante en esta lucha. Con la ilusión de que mis trabajos sean una grano de arena en la inmensidad de la lucha.
Sigo creyendo que las utopías son posibles. Sigo con la ilusión y creencia de que un mundo mejor es posible.

CRÓNICAS DE CANELA

Juan José Sanfuentes, y sus hermanos José Del Carmen , Nataniel Arcángel había llegado a Canela un día de verano. Venían del Norte grande. Habían trabajado un tiempo en las salitreras hasta que la crisis mundial del capitalismo llegó a al Norte. Las oficinas del salitre comenzaron a cerrar y despedir a los mineros. Los trabajado-res cesantes viajaron al norte chico, a la zona central o al sur en busca de nuevos horizontes.
En las oficinas salitreras Juan José, conoció a Don Pablo Rojo, quien hacía años militaba en el partido comunista. Había pasado los 50 años pero tenía la capacidad innata de no demostrar la edad, su espíritu alegre , y juvenil hacía que los jóvenes se le acercaran. Él no perdía ocasión de hablarles de la necesidad de organizarse y de luchar por una sociedad más justa, igualitaria y solidaria.Había vivido mucho y tenía un bagaje de aventuras y historias que contaba a quienes quisieran oírlo. Lo hacía por las noches o en los momentos en que se daba la oportunidad. Juan José lo escuchaba con atención y poco a poco comenzó a interesarse. Fue el quien convenció a sus hermanos ir a las reuniones. Al cabo de un tiempo los tres se integraron al partido.
Un día en que estaban jugando a las cartas, Don Pablo Rojo les dijo:
— La próxima semana me vuelvo a Canela , las cosas se están poniendo malas aquí. — Hizo una pausa , se quedó pensando sin quitarle la vista de encima. Cuando hablo fue para decirles, — Si algún día les da por probar suerte en otro lado, vayan a mi pueblo. Ahí les darán noticias mías— A los tres meses de esta conversación quedaron sin trabajo. Desde ese mismo día Juan José tenía todos sus pensamientos en Canela, en las historias y cosas que Don Pablo Rojo le había contado, y cada día le decía a sus hermanos — vamos a probar suerte a Canela —No los dejó en paz hasta que estos decidieron viajar a Canela.
Por ese entonces el pueblo se llamaba Canela De Mincha. Muchos años después cuando ya habían pasado 74 años desde aquel días en que su Padre pusiera por primera vez los pies en el pueblo, y a solo unos días de cumplir 92 años de edad, este le había dicho — Recuerdo como si fuera hoy el día en que llegué a Canela De Mincha — Su hijo lo miró al mismo tiempo que le preguntaba —¿Porqué se llamaba Canela De Mincha ? — Su Padre lo quedó mirando como tratando de recordar y al cabo de unos minutos le dijo — Cuando llegamos a Canela, por esa época el pueblo no tenía Alcaldía, osea que no tenía Alcalde, así que apenas constituido el partido, una de las primeras resoluciones fue conseguir la autonomía de Canela y elegir un alcalde. El primer Alcalde comunista de Canela fue el compañero Joel Muño z—. Hizo una pausa en su relato, luego prosiguió, — Te voy a decir una cosa, Canela pasara a la historia porque cuando habían pasado más de 50 años. En las primeras elecciones después de 17 años de dictadura militar del traidor, asesino y ladron Augusto Pinochet. En el único lugar en todo Chile en donde el Partido gano las elecciones y eligió alcalde fue en Canela. — Después con una gran sonrisa y con ojos de niño grande le digo con toda la convicción del mundo. — Ese si que fue un buen trabajo político, el crear el partido en Canela, esa si que fue una buena siembra —.
Cuando Juan José, y sus hermanos entraron al pueblo de Canela, lo hicieron por el único camino del pueblo. Era largo, ancho y polvoriento .Las casas estaban en hileras a ambos lados de la calle. Eran de adobe echa con paja y barro, los techos de barro y paja seca los que con tiempo serian reemplazados por fonolitas.. Todas las casas eran pintadas de blanco para el 18 de septiembre Día de la Independencia Nacional, y no por decisión o deseos de sus habitantes sino que por orden y decreto del gobierno de turno.
En el centro del pueblo estaba concentrada toda la actividad , la comercial, la administrativa, la religiosa, la cultural y la represiva. Ahí estaban el reten de carabineros, la oficina del único juez de paz que había en el pueblo. Cerca de la oficina estaba la plaza , en el medio de ella había un escenario en donde se hacían veladas culturales, las que reunían a la gente del pueblo.Frente a la plaza estaba la Iglesia. Y años más tarde el cinema del pueblo. Más abajo ah los pies de los senderos que llevaban a los cerros y las montañas, estaba el pequeño río que más que eso era una laguna en donde los niños del pueblo iban a bañarse en los días de calor. La gente recordaba el año en que por el pueblo pasó el Judio Errante. Fue presidido por un calor que incendió los sembrados, mato a animales, y los pájaros que sobrevivieron fue porque se mantuvieron escondido entre las sombras de los árboles. Muchos años después los que eran niños por esos días, le contarían a sus hijos que los pájaros desesperados por el calor volaban hacía la laguna en un intento de sacarse en el agua ese calor infernal. Ellos los veían venir desde el aire con las alas echando fuego y caer asados al suelo, lo que era un festín para ellos acostumbrados a perseguirlos tirándoles piedras con una onda, derribarlos de los árboles y luego sacarles todas las plumas, las tripas y comérselos asados en fuegos improvisados que hacían escondidos lejos de la vista de sus padres.
Juan José, lo primero que hizo al llegar al pueblo fue decirle a sus hermanos,
— Uds. me esperan aquí en la plaza, voy a ir a noticiarme sobre Don Pablo Rojo —
Al cabo de una hora llegó de vuelta, desde lejos pudieron ver a su amigo, cuando este estuvo al lado de ellos se veía la alegría reflejada en su cara. Los abrazo a ambos al mismo tiempo que le decía — bienvenidos camaradas — luego agregó, —Ya le he buscado una pensión donde podrán quedarse, incluye alojamiento y pensión completa, es de mi compadre así que no le va a ser un precio especial—
Los acompañó a la pensión, les presentó a sus compadre. Antes de irse les digo
— cuando estén instalado me avisan, sabía que vendrían lo estaba esperando para que constituyamos el partido — Iba a irse cuando Juan José le preguntó por lo que había estado pensando cada noche y cada día desde que Don Pablo Rojo se había regresado a Canela, y que en realidad fue el único motivo por el cual había convencido a sus hermanos de viajar. Por eso con la ansiedad reflejada en sus ojos su pregunta salió desde lo más profundo de su ser — ¿Don Pablo, es verdad eso que me contó, de que los indígenas a la llegada de los españoles enterraron el oro por estos cerros, por estos montes ? — Don Pablo Rojo lo quedó mirando y le respondió con toda la seguridad y convicción del mundo; — Eso es lo que se dice por aquí Juan José, eso es lo que gente cuenta. —

HAY VECES QUE…

Hay veces que soy
los pasos cansinos de los días grises,
el sonido de un verso
que se perdió en la noche,
las huellas en la nieve, borrada por la lluvia.
Hay veces que mis pasos
vuelan por los caminos.
Hay veces que los sonidos de un verso
conjugan los días y las noches,
alegres, alegres, alegres le cantan a la vida,
le cantan a tus ojos y a tu alma romántica,
cándida,ingenua,
transparente como la luna llena;
le cantan a tus ojos,luceros de mis noches,
risueños o llorones,pero siempre
serenos como la mar en calma.
Hay veces que mis huellas
quedan en los caminos
no las borran ni el conjuro
de todos los elementos,
y es cuando tus pasos van a la par con los míos,
caminando a mi lado,de igual a igual.
Eres amiga, eres amor y la certeza
que cuando estás a mi lado,
mis pasos van ligeros,
mis días matizados
con todos los colores de la naturaleza.
Hay veces que percibo
con todos los sentidos
que cuando estás conmigo
duele menos la expulsión obligada,
el destierro prolongado a través de los tiempos.
Y mi alma se alegra
de que aún en estos días,
de que aún en estos tiempos,
tú estés en mi camino,
a mi lado, eternamente tú.
Hay veces que tus besos me saben a fruta,
aquella que me ofreciste…
esa que me diste
bajo la sombra
del árbol de la vida

IMPROVISACIÓN EN FA MAYOR

Una mujer con una soñolienta guitarra
me contempla desde
una fotografía.
Me desarma con su timidez,
me abraza con su ternura.
Y ¿dónde están los tiempos?
¿Dónde las voces a tu alrededor?
¿Dónde está la gente que me
alejaba de ti?
Entonces...
¿qué pensabas?
Yo soy una cuerda,
una nota sutil
en tu guitarra,
una melodía
abrazada a tu sombra.
La memoria
de los tiempos idos.
Un poema en el cráter
de un volcán.
Un prisionero en las
profundidades de tus ojos.
¿Sabes?
No puedo...escapar

BALADA PARA UNA POETA

Ahí estás sentada en medio del salón,
El cuerpo inclinado hacia atrás
levemente suspendida del cigarro.
Tus pensamientos vuelan cabizbajos
entre el humo del tabaco.
Te hablo desde la distancia,
mi voz no te alcanza,
la tuya me trae la melodía, el ritmo,
la candencia de tus poemas.
La vanguardia y la postvanguardia,
tu revelación de que no lo son.
Ahora sé que reinventas palabras,
que contruyes castillos en el aire,
vuelas a los mundos interiors
del universo de tu alma,
eres poseída por todos los elementos,
en todos los lugares, en todos los momentos
en todas las pasiones.
Abrazada a un poema te transportas
a una nueva galaxia,
regresas a la tierra .
a tu vida terrenal y cotidiana.
Desde fuera de los límites
de tus poemas, lejos de la vía de escape.
Me dices " hasta pronto...tengo que dejarte "
Ahí te quedas en medio del salón,
suspendida del cigarro, debatatida,
la cabeza levemente inclinada
hacia abajo,
entre el humo del tabaco y la soledad.

MARÍA ANGÉLICA EN TODOS LOS TIEMPOS

Recuerdo el día que te conocí,
fue en el local del partido,
entre banderas rojas y consignas.
Yo venía a la casa del partido
desde los cerros de Valparaíso,
de calles sin pavimentar y sin alumbrado
Fue el amor en tiempos de esperanzas,
íbamos soñando por la vida,
trabajando, cantando,
sembrando futuro.
Íbamos junto a las gentes,
abrazados a la cintura delgada de la patria,
y el destino tomado en nuestras manos.
De norte a sur, abríamos surcos
en la tierra, sembrando semillas,
la patria daría los frutos
a todos sus hijos germinales.
Después el amor en los tiempos de lucha,
la muerte llegó de la mano de los
cuatro generales traidores
llegó al alba, en las sombras ,
rompiendo los secretos de la noche.
Sólo eres tú la que perdura
eternamente tú, aquí y ahora.
Las demás fueron efímeras mariposas.
Tú, sólo tú en todos los tiempos,
en los tiempos de amor y desamor
en los tiempos de paz y de lucha.
En los tiempos de hambre,
de comida escasa en la mesa,
tu alma multiplicaba el pan y los peces.
En los tiempos de bienestar,
de tus manos salían volando
como los pájaros del nido,
las uvas, el pan y el vino.
Te conocí en la casa del partido
muchos sueños e ilusiones vuelan
por los espacios estelares,
solo tú permaneces en todos mis sueños
en todas mis ilusiones,
en todos mis días y mis noches,
solo tú, eternamente tú
tu presencia, tu existencia.
A mi lado.

VEN A MI PUERTO MUJER (9)

Ven bella mujer, musa de los vientos.
Ven musa de poetas,
desvelados en tus brazos
en sus noches de insomnios.
Ven musa de marineros náufragos
en la mar del amor y el desamor.
Ven mujer, pasión de los volcanes habitando
en tu cuerpo,
calma de los silencios perpetuados a los pies del
claro de luna,
caja de Pandora suspendida
en los cerrojos de las habitaciones,
acechando y ofreciendo la tentación
de ser descubierta...
para sorprender
con lo desconocido emergiendo
de tus mundos interiores.
Ven a mi puerto mujer.
¡No te detengas!
que no te venzan tempestades,
palabras de enamorados,
susurros de amantes fortuitos.
Que nadie ni nada te detenga.
ven a estas costas,
a mi puerto, aquí en Valparaíso,
desde siglos milenarios te espero
tejiendo poemas
en el viento,
en el horizonte,
mientras la brisa marina
susurra tu nombre.
Ven mujer amor
mujer pasión
mujer ternura.
Ven a mis atardeceres
sentados en el muelle Prat,
ahí en el puerto….
eres los tres deseos en la caída de
una estrella fugaz

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